Monición de entrada
Este Domingo celebramos la Jornada del DOMUND con el lema
“MISIONEROS DE LA MISERICORDIA”,
donde tratamos de recordar a quienes han
entregado todo lo que tienen para llevar el anuncio de JESÚS a los que no la
han conocido ni experimentado su AMOR.
Este año, el cartel tiene un signo de ese AMOR que trasladan
los Misioneros y queremos compartir con vosotros una sorpresa, la Hermana
misionera que realiza ese abrazo de AMOR pertenece a la comunidad de las
Hermanas del Amor de Dios, por lo que les pedimos que nos contase su
experiencia y comienza transmitiendo su Ánimo a la Parroquia.
Por ello, empezamos hoy con la Carta de la Misionera:
Estimada Comunidad Cristiana de la Parroquia Nuestra Señora
de las Rosas, de Madrid:
Quiero saludarles y expresarles a todos y cada uno, mis deseos de amor, paz,
fraternidad y solidaridad, que nacen de contemplar al mundo con los ojos de
Dios.
Soy la Hermana Toñi, Religiosa Misionera del Amor de Dios.
En estos momentos me encuentro en Bullas, mi pueblo natal, recuperándome de una
lesión en el hombro, fruto de una caída en bicicleta. Si Dios quiere, por lo
que dicen los médicos, pronto podré regresar a Cuba, a continuar la labor
misionera que el Señor me pide.
Mis Hermanas del Amor de Dios, vecinas de su barrio, me han
pedido que les escriba unas palabras de ánimo misionero. Y es para mí un gozo
poder hacerlo.
Uno es misionero cuando siente pasión por hacer el bien, con
preferencia por el más necesitado, cuando nos implicamos por la dignidad del
otro, como Jesús lo hizo. Cuando al entregarnos experimentamos la misericordia
entrañable de Dios. Y eso, aquí, o allí, o donde estemos. El Señor lo va diciendo a cada uno en la vocación
que regala y que siempre es de servicio
a los demás.
Les animo a darse la oportunidad de implicarse en el abrazo
de Dios a la humanidad. Por pequeña que parezca la aportación de cada uno. Es
bendecida por el Señor porque nace del corazón.
Me siento dichosa de compartir con ustedes esta misión de
ser transmisores de la misericordia de Dios, en la medida de nuestras
posibilidades.
Les adjunto mi testimonio misionero y la historia hermosa de
Aida, la señora que sale conmigo en el cartel del Domund de este año 2015.
Gracias por extender el Amor misericordioso de Dios. Que el
Señor les bendiga. Con mucho cariño, unidas en la oración: Hna. Toñi, rad.
Petición de Perdón
(NIÑOS)
- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo
quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este movil) y nos es
difícil compartir nuestras cosas con los que tenemos al lado, para que sean
felices con nosotros. Perdónanos Señor
- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que
tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean:
nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros, los misioneros, los
niños de los países pobres y todos los que formamos la Iglesia de Jesús.
Perdónanos Señor.
- Te pedimos Perdón por dudar de que eres bueno y por no
saber reconocerte entre nosotros. Perdónanos Señor.
- Te pedimos Perdón Señor por no transmitir a los demás la
alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos
de jóvenes, en los grupos de mayores y no presentarte como tú eres. Perdónanos
Señor.
(MAYORES)
- Te pedimos perdón Señor porque ponemos nuestros deseos
únicamente en aquello que nos gusta y que nos agrada y no somos capaces de
sacrificarnos por los demás.Perdónanos Señor.
- Te pedimos perdón por no saber agradecer cada mañana todo
lo que tenemos, por no valorarlo y no estar abiertos a las necesidades de los
que nos rodean.Perdónanos Señor.
- Te pedimos perdón Señor por la falta de fe, de
misericordia y por no saber reconocer la presencia de Jesús entre
nosotros.Perdónanos Señor.
- Te pedimos Perdón Señor por no transmitir a los
demás, la alegría de haberte conocido y
no presentarte como tú eres. Perdónanos Señor
Final de la Homilía
Volvemos a escuchar a la Hermana Toñi, como signo de ese
AMOR de DIOS:
Soy la Hna. Toñi, misionera del Amor de Dios de Bullas,
Murcia. Vivo en Cuba, en la diócesis de
Santa Clara; desde hace más 9 años.
Mi misión es encarnar el amor misericordioso de Dios en las
realidades que Él me va presentando.
Con mis Hermanas de Comunidad, y la joven aspirante,
trabajamos en la pastoral directa de las
parroquias de los pueblos de Ranchuelo y San Juan de los Yeras y en sus 16 casas de misión, que están en los
campos.
A nuestras puertas
llama el Señor
cada día, a
través de muchos
rostros desalentados, que
esperan de nosotras
el abrazo de
Dios, su acogida, escucha,
consuelo, ternura, junto con la respuesta a sus necesidades humanas
inmediatas:
‐ Hermana, venga a orar por mi familiar, que está
agonizando.
‐ Hermana, mi pariente
está enfermo, traigo
la receta del
médico, pero el
medicamento no está en el país, ¿pueden ayudarme?
‐ Esta persona está muy enferma, vive en el campo y necesita
de urgencia ser hospitalizada. No hay
transporte para llevarla.
‐ Esta anciana, está pasando mucha miseria, no tiene a nadie
que la ayude y ha perdido sus sentidos.
‐ Este otro es alcohólico y está tirado en la calle. Quiere
cambiar y pide ayuda.
Y así son continuas las llamadas. Nosotras, procuramos vivir
con amor la herencia de nuestro
Fundador, el Venerable Padre Usera: “Nunca llamó a sus puertas una necesidad que no fuera al instante socorrida”.
Son innumerables las ocasiones que nos da el Señor de poner
en práctica las obras de misericordia:
‐ Tuve hambre y me diste de comer.
‐ Estuve desnudo y me vestiste.
‐ Estuve enfermo y fuiste a verme.
El Señor pide y da. Da en abundancia. Sus milagros se ven
día a día. Hay un grupo de personas en
el pueblo y fuera del país, comprometidas con nosotras, en ayudar a los necesitados.
En el pueblo,
personas de buena voluntad que ejercen
la caridad: Unas lavan
la ropa, otras preparan
los alimentos y
los distribuyen, otras
cosen en el taller
de costura parroquial, otras
limpian las casas
de los casos
extremos. El grupo
de alcohólicos anónimos espera
que le mandemos a personas decididas a cambiar.
Codo con codo, nos acompañamos en la misión de la
misericordia.Implicando en la labor
caritativa, a los niños y adolescentes de la Infancia y Adolescencia Misionera,
a los que tengo la dicha de animar en la diócesis. Ellos con su
inocencia y valentía, tienen el don de
transmitir mucha alegría y esperanza a los que sufren.
Fuera del país, hay personas que a través de proyectos
ayudan con sus bienes a que
estas acciones puedan
realizarse: “Concordia”, “Salud
y Dignidad” y
otras personas de corazón
solidario que se unen con su oración y donativo, para que la misericordia de Dios llegue a quién lo
necesita.
Todavía queda mucho por hacer. Compartimos con las personas
la impotencia de no llegar
a más. Y
seguimos con esperanza
llamando a las
puertas de organizaciones que quieren ayudar y colaborar
en la dignidad humana.
Día a día, el Señor me pide que cargue las baterías en la
oración, en el encuentro con él y en el
compartir fraterno en mi comunidad.
Me da la certeza de que no estoy sola, que en mi debilidad Él se
manifiesta y que su gracia me basta.
Sufro con el que sufre, y experimento que su cruz se hace
menos pesada. Cada día el Señor me hace
saber que la última palabra la tiene la vida y la esperanza.
Doy gracias a Dios por hacerme participar de su amor
entrañable y misericordioso.
Hna. Toñi Valverde Fernández
Religiosa Misionera del Amor de Dios
Oración de los fieles
- Por la Iglesia universal, para que sepa renovarse desde la
experiencia de la misericordia del Padre y emprender una nueva etapa de
evangelización. Roguemos al Señor.
- Por los Pastores de la Iglesia, para que, con su ejemplo y
su palabra, acerquen el Evangelio a todos los alejados de Cristo y de su
Iglesia. Roguemos al Señor.
- Por los fieles y sus comunidades cristianas, para que la
fuerza de la misericordia de Dios renueve su compromiso bautismal y misionero.
Roguemos al Señor.
- Por la evangelización del mundo, para que todos los
cristianos demos testimonio, con mayor entusiasmo y convicción, de la propia
fe. Roguemos al Señor.
- Por la misión universal de la Iglesia, para que, impulsada
por la misericordia de Dios, no tema ir a las situaciones más difíciles y
necesitadas de evangelización. Roguemos al Señor.
- Por los misioneros y misioneras en todo el mundo, para que
sean “misioneros de la misericordia” y signos de la solicitud materna de la
Iglesia por todos. Roguemos al Señor.
Ofrendas
Queremos ofrecer estas palabras que cada una de ellas tiene su explicación pero que al final forman la palabra que nos une hoy a todos con los Misioneros
MIrar a los demás como Jesús lo hace. Es una mirada llena de
ternura, de cariño, de perdón...
SErvir como Jesús y entregarse como los misioneros, que
dejan todo para ayudar a los demás
RIsas y alegría en nuestra entrega. No hay mejor regalo que
una sonrisa y mayor premio que recibir la alegría de nuestros hermanos
CORazón, para amar a todos, sin distinción, como Jesús nos
ama
DÍA a día, sin cansarme, en casa, en el colegio, en el
trabajo, es la aventura más divertida y apasionante que vivo cada día de mi
vida: la de querer ser misericordia con los demás.
Igualmente, ahora ofrecemos el Pan y el Vino como signo de
entrega a los demás y de compartir una forma de vivir y celebrar la alegría de
la Eucaristía al convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.
Oración Final
Padre bueno, Dios rico en misericordia,
concédenos la gracia de seguir el camino de los misioneros y
misioneras.
Ellos nos enseñan a ser Iglesia "en salida",
a vencer la comodidad y el miedo,
a tomar la iniciativa, movidos por el Espíritu;
a salir al encuentro del otro
para mostrarle esa infinita misericordia de tu corazón
que ellos mismos han conocido.
Entregados a Ti en el servicio a los pobres,
muestran las puertas siempre abiertas de la Iglesia:
el lugar de la misericordia gratuita,
donde cada persona puede sentirse acogida,
amada, alegre por el perdón y alentada a vivir según la vida
del Evangelio.
Señor, que aprendamos de los misioneros a ser
"discípulos misioneros",
testigos convincentes de tu misericordia