miércoles, 24 de enero de 2018

Infancia Misionera 2018


MONICIÓN DE ENTRADA

Este domingo la Iglesia nos propone, a través de la Jornada de Infancia Misionera, que recordemos a los misioneros y su labor evangelizadora, y nos lanza un desafío “Atrévete a ser Misionero”. Lo hacemos de la mano de unos magníficos misioneros –animados, alegres y siempre dispuestos a hablar y actuar–, como son los niños, pero también a través de todos aquellos que quieran sentirse niños.


El niño es misionero porque no tiene miedo y se sabe acompañado siempre por Dios. Y el niño nos anima a los adultos a que no olvidemos que la evangelización es tarea universal del bautizado. 

Comencemos con alegría la celebración de hoy cantando y recibiendo al Sacerdote

Frente a las muchas imágenes que hoy reciben los niños, del poder de los malos (por ejemplo, personajes de ficción, como Darth Vader, de Star Wars, o videojuegos en los que la muerte y la crueldad se presentan como algo natural o necesario para la supervivencia), Jesús en el Evangelio nos transmite la confianza en el AMOR DE DIOS hacia toda la humanidad y nos pone como ejemplo, a los misioneros y la Sonrisa de Dios en otros niños.

Los misioneros, por todo el mundo, se apoyan en la sonrisa de esos niños y esa alegría de la fe que contagian esos niños, y la viven con todos nosotros, ya que saben que no están solos: Jesús les acompaña.

Por eso hoy queremos presentaros unas bienaventuranzas especiales para que todos los comprendamos y sepamos descubrir a Dios en nuestro día a día, además de una lámina para que los niños pinten y descubran qué significa ser Misionero.


PERDÓN

Te pedimos perdón por las veces que “pasamos” de las necesidades de nuestros compañeros, amigos, vecinos, no ayudándoles como nos pide Jesús. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón por querer siempre que otros hagan lo que yo quiero, como yo quiero, sin escuchar, sin intentar comprender y no respetando su libertad. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón, por ser egoístas, ya que muchas veces no compartimos nuestras cosas con los que más lo necesitan, olvidando lo que Tú hiciste y enseñaste. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón, por no agradecer cada mañana lo que nos ofrece Dios en el nuevo día. Perdónanos Jesús 


ORACIÓN DE LOS FIELES

Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los misioneros; para que encuentren la sonrisa de Dios en cada rincón del mundo y, con nuestra ayuda y oraciones, cada día sigan fortaleciendo en su corazón la valentía de ser misioneros en nuestra sociedad. Roguemos al Señor.

Por todas las personas que tienen poder, tanto en los gobiernos, comunidades, ayuntamientos, como en las empresas; para que en sus decisiones no se olviden nunca de los más débiles y necesitados. Roguemos al Señor. 

Por todos los niños que sufren por enfermedad, pobreza, soledad, para que descubran la alegría de la fe y para que nunca les olvidemos y busquemos formas de ayudarles. Roguemos al Señor. 

Por todos nosotros; para que siempre mantengamos vivo el deseo de llevar a Dios a todo el que nos rodea y, animándonos a vivir como Jesús quiere, podamos hablar de Dios no solo con palabras, sino también con nuestras obras. Roguemos al Señor. 


OFERTORIO

Queremos ofrecer un Rosario misionero elaborado con “gomets”. Con este rosario te ofrecemos nuestro deseo de que la Virgen María siempre esté presente en nuestras oraciones y comparta nuestros deseos de ser misioneros con la sonrisa y confianza de los niños.


Pan y vino. El pan y el vino que presentamos se convertirán en Ti, Jesús, que eres nuestra fuerza y que a la vez nos une a tantas personas en África, América, Asia, Oceanía y Europa que comparten con nosotros la celebración de la Eucaristía.


ORACIÓN FINAL


Jesús. Los niños queremos ser tus mejores amigos,
que te llevemos a todos los lugares donde estamos: 
a nuestra casa, con nuestros hermanos, padres y familiares; 
a nuestro cole, con el resto de compañeros,
a quienes podemos decir lo bueno que eres y todo lo que nos quieres;
a nuestros profesores; 
a todos los vecinos de nuestro barrio.

Cuenta con nosotros, cuenta conmigo para ser tu misionero.
Aunque para los mayores todavía soy muy pequeño;
Yo me fío de ti y me lanzo a hablar de Ti,
contigo se me pasa el miedo,
porque eres Tú quien me da fuerza.


Enséñame a ser generoso;
haz que en casa y en el colegio
ponga amor al hablar de Ti
Dame un gran corazón que rece
por los niños del mundo entero
y que sepa invitar a todos:
a ser misioneros

Amén