viernes, 7 de diciembre de 2018

162 Aniversario de la SMA (1856-2018)

Hoy escribo con motivo de nuestra fiesta SMA del pasado sábado, 1 de diciembre. Pero antes de enviaros mi escrito recojo el eco de una reflexión de Pepe desde Níger que conviene tenerla muy presente:

Ninguna preocupación es comparable al desasosiego que nos produce el secuestro de Luigi, y tenemos miedo de que el paso de los meses nos arrastre al olvido, que nos acostumbremos a este dolor y no hagamos nada”. 

No nos acostumbramos, Pepe e Isidro -permitidme que responda también en vuestro nombre-. Rezamos reiteradamente por él, por vosotros. No somos ajenos ni a vuestra situación ni mucho menos a vuestro dolor. Os queremos y sentimos orgullo de vosotros. Contad con nuestra oración fraterna y sentida. 

Un abrazo. Buena semana.

Paco Bautista, sma.


ADIÓS… 

No, no me voy, aún no. El billete para África lo tengo después de Navidades, para la formación bíblica de los catequistas de aquellas comunidades, con hambre de pan, pero sobre todo de Palabra. Les interesa Dios, Jesucristo, su Evangelio, quieren dar razón de su fe en contextos en donde el Islam y la religión tradicional no se lo ponen nada fácil, eso sin hablar de la situación crítica, de terror que están sembrando, ahora, los grupos radicales en Níger. 

Tampoco la razón del “Adiós” es por el año litúrgico que terminamos y el Adviento que comienza. 

Os quiero hablar del “Adiós” a su familia que vivió Marión de Bresillac, el fundador de la SMA, a la que pertenezco. Ya que el sábado, 1 de diciembre, celebramos el 162 aniversario de nuestra fundación. 

El “Adiós” fue en los primeros días de junio del año 1841… 

Previamente os recuerdo que él nació el 2 de diciembre de 1813, fue ordenado sacerdote en 1838, y una vez discernida su vocación misionera con un padre jesuita, lo comunicó a su familia. La acogida de su padre, Gastón, no fue precisamente favorable. Sufrió un duro golpe. Argumentó cuanto pudo para que su hijo no se fuese a misiones. Finalmente reconoció “La voz que lo llamaba” y le dio su bendición. 

Pero pongámonos en su piel, pues la vocación del hijo no la tiene el padre. Y el “Adiós” no era un “Hasta luego”, sino hasta que nos volvamos a ver en el cielo. 

Os invito a que, junto a mí, viajemos con la memoria al sur de Francia, a Carcasonne, en donde está el Canal de Midi, y al pueblecito cercano de Castelnodary, en donde residía la familia Bresillac. El padre había vivido la convulsión de la revolución francesa de 1789. Uno de sus hermanos fue fusilado, dos huyeron al exilio, él se vio desposeído de todos sus bienes y terminó trabajando como ingeniero en el canal para sustentar a su familia. No vivían precisamente en la abundancia y la infancia del pequeño Marión estuvo marcada por la melancolía del padre, el cariño de su madre, y la pérdida de tres de sus hermanos-él era el mayor-, una niña de apenas cuatro años (Marie-Josèphe), otra de doce (Victoire) y un hermano de 19 (Jules). Por eso sufrió tanto el corazón de Gastón y puso tanta resistencia a la vocación del hijo, podrías, le decía, esperar a que yo muera, he perdido ya a tres hijos y ahora tú quieres marcharte de por vida. ¡Cuánto dolor, oh Dios mío! 

Pero el joven sacerdote estaba dispuesto a emprender su vida misionera. El 2 de junio de 1841 se puso en camino rumbo a París montado en una diligencia. No tuvo el valor de despedirse, por no aumentar más el quebranto de su padre o que a él le flaquease la voluntad o la fuerza. Su “Adiós” consistió en dirigir una carta personal, acompañada de un obsequio, a cada uno de los miembros de su familia. A su padre le regaló el reloj de pared que tenía en su despacho, a su madre Emile una pequeña estatua de la Virgen María, a su hermano Henri, una colección de medallas, a Bathilde un estuche de colores y un crucifijo de caña de bambú, y a la pequeña Felicie un rosario de nácar. Así los dejó en medio del quebranto y del desconcierto. 

Este es un extracto de la carta que dirigió a su padre: 

Mi muy querido padre, no disimulo la pena que vais a sentir con mi partida. ¡Ah! Creed que he necesitado mucho más que la autoridad del buen Dios para tomar la decisión de marcharme así, sin pasar por casa. ¿Qué hacer? ¿Podría sin el poder de su voluntad suprema abandonar a un padre al que tanto amo, una madre a la que venero, un hermano al que adoro, dos hermanas a las que guardo en mi alma con una ternura fuera de lo común? Sin duna que no. Pero no me corresponde a mí poner un límite a la voluntad del Señor, a la que, en conciencia, y con lágrimas en los ojos, obedezco por encima de todo. 

¡Oh padre mío, el más querido de los padres, creedme que desde ahora yo os querré mucho más que si estuviese a vuestro lado! Cada día estaréis presente en mi memoria. Elevaré mis manos y mis ojos al cielo pensando en usted. Cada día rezaré en el altar de la santa misa por usted. 

Adiós, no para siempre, pues en el cielo nos encontraremos nuevamente. ¡Adiós, padre, amadme como yo os amo!” 

Llegó al seminario de Misiones Extranjeras de París el nueve de junio. El sacerdote amigo -el Padre Taurines- que pasó el mal trago de entregar los “Adioses” y regalos de nuestro fundador, le indicó a éste que una nueva carta le haría mucho bien a Gastón, al que encontró más receptivo de lo que esperaba, que no dejase de escribirle para que las aguas se calmasen. Así lo hizo Marión, con mucho esmero y delicadeza. 

A los pocos días pudo leer conmovido la repuesta de un hombre que se había rendido a la voluntad de Dios tras librar un duro combate interior. El bueno de Gastón le decía: 

«Me apresuro, mi querido hijo, a responder a tu carta tan impacientemente esperada, con el fin de llevar a tu alma la calma y la paz que tanto mereces. (...) En el momento en que tus tíos vinieron a anunciarme tu marcha precipitada, yo me jactaba de que conseguiría convencerte por la solidez de mis objeciones. (...) Tu valor tan evidentemente sostenido desde lo alto me desveló mi debilidad. (...) Vete, queridísimo hijo, vete a donde el cielo te indique; reconozco la voz que te llama. Que Él te proteja; sé feliz; yo acepto Su Voluntad. A ella me someto» 

Gastón sobrevivió a la muerte de nuestro fundador[i], y a sus 88 años entregó su alma al cielo, cansado, envejecido, en un pueblecito del sur de Francia, Castelnodary, que algún día me gustaría visitar. Lo hizo tras una larga vida, no exenta de dolor, pero abierta siempre a la voluntad de un Dios que no se lo puso nada fácil. Abrazó sus propias cruces, vivió con dolor la muerte de nuestro fundador, pero pudo sentir también el legítimo orgullo de que la Sociedad de Misiones Africanas  (SMA) siguiese adelante. 

Fraterno siempre, Paco Bautista, sma. 




[i] Marión de Bresillac murió el 25 de junio de 1859, en una terrible epidemia de fiebre amarilla o vómito negro, que se llevó también por delante a los cuatro compañeros de la primera expedición a la costa de Guinea, en Sierra Leona, Freetown.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Mercadillo Solidario

MERCADILLO SOLIDARIO

En el Mercadillo Solidario todas las Laicas de la Compañía Misionera de España, se implican, además de otras personas como voluntarias.

Empezaron en el 2007 hasta hoy. Se hace una vez al año, durante un fin de semana próximo a las fiestas de Navidad.


El fin del Mercadillo Solidario es dar a conocer la cultura, artesanía y costumbres de los distintas países en los que colabora la Compañía misionera del Sagrado Corazón de Jesús. 

Una de las cosas más importante que nos encontramos es poder hablar con las Hermanas mayores de la Compañía Misionera y sobre todo acompañarlas, disfrutando de sus historias y vivencias.

Junto a todo ello se ponen a la venta productos artesanales elaborados por Comunidades de India, Camboya, Marruecos, Congo, Tchad, Perú, Colombia y Haití. Todos los fondos obtenidos se destinarán a financiar pequeños proyectos donde la Compañía Misionera trabaja. Ya sean educativos, sociales, de desarrollo de los grupos humanos con los que trabajamos. Para niños, jóvenes o adultos. Sin tener en cuenta raza, religión cultura.


Este año los proyectos son:

- Para ayuda sanitaria de los niños minusvalidos de Guapi (Zona pacifica de Colombia)

Comunidad del Vicariato de Guapi en la zona pacifica de Colombia, a la orilla del rio Guapi. Sus habitantes son afroamericanos.















- Para ayudar en los papeleos oficiales para la identidad de los indios shipibos que han emigrado a Pucalpa (Selva del Perú)

Esta nueva presencia en el ASENTAMIENTO HUMANO “LA PAZ” es el final del camino que como comunidad empezamos en el año 2012, dentro del proceso de Reestructuración de la Región del Perú. Hoy, un nuevo ámbito de misión dentro de la Iglesia, atender a las poblaciones que van migrando a la periferia de las ciudades buscando mayores posibilidades, pero que se encuentran con mayores necesidades y problemas.













- Para la nueva misión del Congo RDC, de Kimwakasa.

El Gobierno General ha aprobado KIMWAKASA, en el “Plateau de Bateke”, como nuevo lugar de presencia de la Compañía Misionera en el Congo ya que responde a nuestro carisma Ad-Gentes. El año 2017-2018 será un año de preparación para esta nueva fundación.





¡OS INVITAMOS A DISFRUTAR DE UNA EXPERIENCIA ÚNICA!

lunes, 22 de octubre de 2018

Reflexión DOMUND

Y YO ME PREGUNTO EN EL DÍA DEL DOMUND… 

¿Y si Dios no llamase, si no contase para nada con nosotros, simplemente porque no existe, ni ha existido, ni tiene relevancia alguna? 

¿Y si Jesús no nos dijese “sígueme”, que lo dejásemos todo para encarnar un reino alternativo a la locura del odio, la violencia, del poder, de la injusticia? 

¿Y si ocupar los últimos lugares, perdonar, amar al enemigo, rezar por quienes nos persiguen, pasar por la vida haciendo el bien, lavar los pies de los empobrecidos y olvidados no fuese más que una quimera, una solemne tontería? 

¿Y si el evangelio, las bienaventuranzas, fuesen una estupidez supina, un sueño loco de quienes son incapaces de disfrutar la vida siempre, a todo tren, con todo lujo, sin escatimar ni gastos ni placeres? 

¿Y si fuese verdad quienes dicen que la vida son cuatro días, y total, que es mejor aprovecharlos que dejarnos seducir por cantos de sirena, por muy bien que suenen y por mucho que los entone un tal Jesús de Nazaret? 

¿Y si en la jornada del Domund, no hubiese ni jornada, ni Domund, ni misioneros, ni misioneras, si nos dejasen tranquilos, que siempre están con la misma historia año tras año? 


Llamadme loco, ingenuo, utópico, soñador, estúpido, iluso, memo y demás calificativos al uso, pero yo creo que Dios llama, que Jesús nos dice “sígueme”, que nos pide que ocupemos los últimos lugares, que el evangelio, las bienaventuranzas son lo más –que dirían los jóvenes-, que la vida no es una estupidez, y que aunque fuesen sólo cuatro días, vale la pena vivirla llenándola de Amor, de entrega, de servicio. Que como diría el poeta[i]: aunque lleguemos a ser polvo, lo seremos, sí, mas polvo enamorado. 


¿Y qué decir del Domund? 


Que ojalá no fuese una sola jornada, sino todo el año, toda una vida, al menos la mía, la de mucha buena gente, y que además –ya termino- los misioneros, misioneras, mantuviésemos viva la esperanza, fuésemos fieles, y contagiásemos las ganas, si no de cambiar el mundo, sí de hacerlo algo mejor, más decente, más honrado, más justo, más humano. 

Entre todos, con la fuerza de todos y la ayuda del Dios vivo algo se conseguirá. 


NOTA: Cuando termines de leer estas líneas, si es que las has leído, no tienes que pulsar ningún icono de “Me gusta”, “No me gusta”. Me conformo con que alguna de estas preguntas te haga pensar y reflexiones, algo que el entorno actual nos pone cada vez más difícil. 


Fraterno siempre: Paco Bautista, sma. 
SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org 

[i] Francisco de Quevedo



Termino compartiendo un poema con vosotros, siendo consciente de lo duro que es tener a un compañero secuestrado, pero sin renunciar a la esperanza. 





Algún día, en alguna parte,
todo será de otra manera.
Mientras tanto
bregamos con nuestras heridas,
convivimos los miedos,
los fracasos,
gestionamos nuestros fantasmas
en estos tiempos de crisis…

Pero también
sacamos lo mejor de nosotros
porque creemos,
contra toda evidencia,
en la bondad innata
de lo más sagrado
que cada uno lleva dentro.
Y apostamos por un mundo
sin fronteras ni exclusiones,
donde la verdad
es el punto de salida
para hacer nuevas todas las cosas.

Porque algún día,
en alguna parte,
todo será de otra manera.

Nos ha llegado un mensaje de mi Hermano Pepe desde Níger. El pasado jueves Isidro y él tuvieron que abandonar provisionalmente la misión de Torodí por serias razones de seguridad. Fueron, además, escoltados por militares hasta la capital Niamey donde ahora se encuentran. Pese a la dura prueba mantienen la fe y la esperanza. Os dejo con las palabras de Pepe. 

A veces, el camino se vuelve cuesta que asciende entre piedras. Cada paso es un reto y, al mismo tiempo, una victoria.

La medalla no está en la meta, sino en el sendero, y te das cuenta de que eres caminante. No es tu regalo la llegada, has nacido para estar en marcha.

La misión es navegar, parar lo justo en el puerto, y seguir surcando los mares; afrontar las tempestades y remar durante la calma.

Lo que estamos viviendo estos días es Misión porque forma parte de la travesía. No estamos quietos, seguiremos en camino, porque nuestra meta es cada paso que damos empujados por el Espíritu.

Pepe Ferrer, sma
SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org 


lunes, 15 de octubre de 2018

DOMUND 2018

Monición de entrada 

Hoy es el día del DOMUND, es decir, la Jornada Mundial de las Misiones en la que el Papa nos invita a trabajar por “CAMBIAR EL MUNDO”. 

Todos os preguntaréis que si de verdad podemos nosotros “Cambiar el mundo”, claro que SI y nos lo demuestran y nos lo cuentan los misioneros con sus vivencias. La misión vivida con el Evangelio en la mano transforma el miedo en valentía, la oscuridad en luz, la venganza en unión, y, a quien está postrado en el camino, lo levanta y lo ayuda a caminar con dignidad. Los misioneros lo hacen cada día. 

(Canto de entrada y entrada del sacerdote) 

¿Qué dice Jesús a sus discípulos? ¿Qué nos dice hoy a nosotros? 


Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. El cambio del mundo nace de un corazón cambiado, en el que ha entrado Dios. Desde ese corazón que Ama se vence el egoísmo, se deja de pensar solo en las necesidades propias y se comienza a pensar en las necesidades de los demás. Se sale, de las cuatro paredes del confort, al mundo sin fronteras. 


El cambio empieza cerca, aquí y ahora. No se trata de planes que no se puedan abarcar, sino de acciones que se puedan realizar cada día. La urgencia de la evangelización no nos permite relajarnos ni dejarlo para luego (la edad media de los casi 12.000 misioneros españoles es 74 años). Por ello, cambiemos el mundo unidos a tantos misioneros que cada día nos acompañan y a todos aquellos que nos piden nuestra ayuda y nuestras oraciones, a quienes tenemos muy presentes en esta celebración. 

Perdón 

NIÑOS 

- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este móvil) y nos olvidamos de compartir nuestras cosas. Perdónanos Señor 

- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean: nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros y los misioneros. Perdónanos Señor. 

- Te pedimos Perdón Señor por no compartir con los demás la alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos de jóvenes, en los grupos de mayores y no anunciar como Tú eres. Perdónanos Señor. 

MAYORES 

Muchas veces tenemos miedo de saber lo que pasa a nuestro alrededor, porque nos da miedo comprometernos. Perdón Señor. 

No nos gusta ayudar y no queremos que conozcan nuestras cualidades y valores, para que nos dejen tranquilos. Perdón Señor 

Tenemos miedo de hablar de Jesús, de ser sus testigos, de defender a nuestros hermanos y amigos. Perdón Señor. 

Oración de los fieles 

NIÑOS 

Que cada parroquia de testimonio del Amor de Dios a todos los que tienen sed de su Palabra. Roguemos al señor 

Que dejemos nuestros juegos, nuestra televisión, nuestras comodidades y salgamos a las calles a cambiar el mundo con el Amor de Jesús. Roguemos al Señor. 

Que compartamos con los misioneros y misioneras en todo el mundo su alegría al encontrar a Jesús en los demás. Roguemos al Señor 

Que sepamos compartir nuestras cosas y anunciemos con valentía los valores del Evangelio en el trabajo, en la escuela, en casa, en todos los momentos del día. Roguemos al Señor. 

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal, por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, hoy queremos pedir por Pier Luigi que lleva un mes secuestrado en África. Roguemos al Señor. 

MAYORES 

Para que toda la Iglesia, formada por cada parroquia y cada feligrés, caminemos unidos en la labor de transmitir el Amor del Evangelio a todos. Roguemos al Señor. 

Por los misioneros, para que, a pesar de las dificultades, no desfallezcan en su labor de cambiar el mundo y sigan contagiando el Amor que han recibido de Dios. Roguemos al Señor. 

Por los jóvenes, para que no tengan miedo de buscar, descubrir y anunciar a Jesús, y, como Él, entregarse generosamente al servicio de los hermanos. Roguemos al Señor. 

Por los misioneros que han tenido que regresar por diferentes motivos, para que vivan con paz y sientan que, desde donde están, siguen contribuyendo a que el mundo cambie. Roguemos al Señor. 

Para que quienes participamos en esta eucaristía seamos conscientes de que somos misión y de que cada día podemos construir una sociedad más justa y más humana. Roguemos al Señor 

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, por Pier Luigi que lleva un mes secuestrado en África. Roguemos al Señor. 

Ofrenda 

Ofrecemos el cartel del DOMUND y los dibujos que este año os proponemos compartir con todos vosotros para empezar a cambiar el mundo, en los que lo importante es que lo hagáis con vuestros padres, vuestros hermanos y con vuestros amigos, para compartir el mensaje de Jesús y vivir el DOMUND de una forma diferente. 


También queremos ofrecer el Pan y vino signo del Amor de Dios, que cada Eucaristía comparte un pedacito de su corazón para que nosotros compartamos su Amor con los demás. 

Acción de Gracias 

Gracias, Padre, por los misioneros que cambian el mundo entregando su vida en tantos países, contagiando el amor que han recibido de Dios y sirviendo a los más pequeños y necesitados. 


Gracias por la oportunidad que se nos brinda a cada uno de nosotros de dar testimonio del Evangelio allí donde nos encontramos, en casa, en la escuela, en el trabajo, en el autobús, etc. porque todos tenemos algo que aportar, por pequeño que sea, y los demás lo necesitan y nos necesitan. ¡Gracias Señor! 


ANUNCIO 

Ahora desde el grupo misionero os hacemos una petición, necesitamos ayuda de todos vosotros y que os unáis al grupo para compartir la experiencia de los misioneros. No exige dedicación exclusiva, descubres a personas y vivencias nuevas, compartimos nuestras experiencias y animamos las Eucaristías, intentando cambiar este pequeño mundo de nuestra parroquia. 

lunes, 2 de abril de 2018

MARÍA MAGDALENA: PRIMERA MISIONERA

MARÍA MAGDALENA
PRIMERA MISIONERA, NOS CUENTA SU ENCUENTRO CON EL RESUCITADO 


EN SU MIRADA había vida, la vida, toda la vida. Me miró y yo, presa de espanto, de alegría también, no pude pronunciar su nombre. Fue Él quien pronunció el mío. ¡María, María...! Y yo no cabía en mí de gozo, y lloraba, y suspiraba, y sabía que era Él, pese a que las lágrimas lo distorsionaban como si fuese un fantasma. Aquella era su voz, la de siempre, la voz de cuando nos conocimos en una calle de Cafarnaún, la que rasgó Galilea con parábolas y enseñanzas, que tronara en el mismísimo templo de Jerusalén para expulsar a los mercaderes y cambistas, la voz que reía y se gozaba en la amistad, la voz que susurró a mis oídos palabras de aliento, ternura y vida, la voz que junto al lago despertase la esperanza de los pobres, y gritase contra los poderosos sus crímenes y atropellos. Sí, era su voz. No podía ser otra. Y ahora resonaba en mis oídos con la armonía prodigiosa que sólo Dios sabe crear. 

“¡María, María...!” Y entonces balbucí su nombre: ¡Jesús!, y al pronunciarlo pronuncié en él toda mi vida, mi pasado, mi presente, mi futuro. Mis recuerdos, uno a uno, desfilaron en las cinco letras que lo componen, y en ellas encontraron su luz y sentido, su plenitud. Y me atreví a mirarlo. Y su mirada se posó nuevamente en la mía. Desde entonces solo veo desde sus ojos. Y fui feliz, era feliz, soy feliz. Y esa felicidad, esa mirada, esa presencia... me arde por dentro y no puedo hacer otra cosa que transmitirla, comunicarla, anunciarla, proclamarla, gritarla... Como Él me dijo: “¡No me retengas. No te quedes ahí parada. (Y es que yo estaba como embobada contemplándolo y tocándolo con mis manos) Encuentra a los hermanos y anúnciales que Dios me ha dado la vida, que ellos, los poderosos, no vencieron, es la vida la que siempre vence, la que se abre paso aunque parezca que solo queda la muerte” 

Y desde entonces mi vida creo que no ha sido otra cosa que un anuncio, pregonando que Él sigue vivo, que Él es la vida, toda la vida. 

“Pero Maestro, ¿eres Tú?” Y en mi pregunta llegó el miedo, la duda, la incertidumbre. Y se echó a reír, con esa risa tan suya que poblaba nuestros corazones de alegría, la alegría de un Dios Padre y cercano a nosotros, los más pequeños y olvidados de nuestro pueblo. Y a mi me dio por pensar sino era una broma pesada que me gastaba la falta de sueño o el mucho sufrir de los últimos días. 

“¿No serás tú el jardinero? Si sabes dónde han puesto su cuerpo dímelo que yo iré a buscarlo” 

Y allí estábamos los dos al lado del sepulcro vacío, en la luminosidad cegadora de un día recién estrenado, yo resistiéndome a creer lo que veía y Él contemplándome más radiante que nunca. 

“No tengas miedo, María. ¡Qué voy a ser el jardinero! ¡Soy yo, estoy vivo! Nuestro Dios es un Dios de vivos, no de muertos.” 

Y estas palabras me traspasaron el alma, me cambió el rostro, creo que me poblé de flores, de todas las primaveras. Es como si el universo circulase por mis venas y mil galaxias reventasen en mis entrañas. Parecía enamorada. Acaso mucho más. Ahora tenía la certeza, era él, sí, y no podía ser otro. Era el mismo que días atrás fue torturado, desfigurado, el que nosotras desclavamos con luto y resignación. Sí, era Él. Le dimos sepultura mientras nos deshacíamos en lágrimas. El sepulcro frío, oscuro, lúgubre lo acogió en su seno. Una losa selló la entrada. Los hombres la pusieron. Nosotras marchamos de allí desconsoladas, con el corazón roto y desgarrado. 

Y ahora estábamos allí los dos, junto al sepulcro vacío y estrenando vida, su vida y la mía también. Él estaba vivo, sí. Y no era el jardinero. Jesús era su nombre. Y volví a pronunciarlo con todo el gozo del mundo. No se cuantas veces lo dije, parecía como loca. Lloraba y reía al mismo tiempo. También Él lo hacía. 

“¡María, no tengas miedo!”, volvió a repetirme. 

Y entonces miré sus manos, las mismas que me abrazaran, las que partieron el pan la noche de Pascua, (que tanto miedo pasamos cuando se lo llevaron preso), las manos que tantas enfermedades y miedos ahuyentaron, las manos que dijeron no al soborno, las que trenzaron un látigo en el atrio del templo, las manos que acariciaron a niños, mujeres, y a todos los desvalidos que a Él se acercaban. 

También me fijé en sus pies, esos que caminaron los senderos de Israel: de Galilea a Judea, sin importarle pisar tierra samaritana, esos que tanto sabían de caminos, rutas, cansancio; pies de un compañero entre compañeros, ungidos y torturados, pies del que anuncia con urgencia el Reino que viene, que ya llega, el de la vida. 

Sí, esos eran sus pies, sus manos, su voz, sus ojos, su mirada... Y en su mirada había vida, la vida, toda la vida. 

Eché a correr. No quise mirar atrás. El sepulcro se quedó vacío. La colina del Calvario ya no me produjo miedo. La calles de Jerusalén, aún solitarias, eran distintas a cuando en la noche me dirigí a la tumba a embalsamar el cuerpo de Jesús. Eché a correr y no miré atrás. Estaba segura, era Él y no podía ser otro. Estaba vivo. Corría en dirección a mis hermanos para anunciarles la buena nueva: “¡He visto al Señor, Él se me ha aparecido y me ha dicho que os anuncie que está vivo, rotundamente vivo!” 

Y corría y la mirada se me llenaba de luz, la luz de sus ojos, que me hacían verlo todo de manera diferente. Y corría y corría sin cansarme, oyendo la respiración en mis sienes. Llegué, me presenté en medio de mis hermanos, irrumpí en su silencio, en el abatimiento de todos y les di la Gran Noticia: “¡Está vivo y a vosotros me envía!” 


Feliz Pascua de Resurrección.

Paco Bautista, sma



Paco Bautista
Misionero SMA

SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org

miércoles, 7 de febrero de 2018

Manos Unidas. 2018



MONICIÓN ENTRADA

Este fin de semana celebramos la Campaña de Manos Unidas con el lema COMPARTE LO QUE IMPORTA, donde queremos seguir plantándole cara al hambre, compartiendo propuestas, alternativas e iniciativas de cambio que nos permitan, entre todos, avanzar en la erradicación del hambre en el mundo y que quiere dar vida a las palabras de Jesucristo “Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber”.

Compartir lo que importa es poner en común nuestra vida, nuestros bienes y nuestro compromiso por un mundo mejor, donde cada persona pueda vivir con dignidad

Comencemos la Eucaristía cantando

MONICIÓN DE LA LECTURA

En el Evangelio de hoy, Jesús se encuentra con un leproso. En aquellos tiempos de Jesús, las personas que tenían lepra eran consideradas contagiosas y tenían que vivir apartadas y no se podían acercar a nadie. En cambio, Jesús sí que deja que se le acerquen, porque no rechaza a nadie, acoge a todos y de forma especial a los marginados. A nosotros nos pide hacer lo mismo. Hoy, también son muchas las personas apartadas que viven entre nosotros, ya que ahora la lepra se llama: hambre, soledad, pobreza, miseria, injusticias, violencia y tantas cosas que vivimos en nuestro día a día.

PERDÓN

Pedimos perdón por la mala gestión de la economía y por nuestros modos de consumo, que permiten que en el mundo haya personas muriendo de hambre cuando nosotros derrochamos. Perdón Señor

Pedimos perdón por volver la cabeza o no querer pensar ni ayudar a las personas que en el mundo carecen de lo más necesario, que huyen de la guerra, que cruzan y mueren en el Mediterráneo. Perdón Señor.

Pedimos perdón por todas las veces que no damos gracias a Dios, por tener comida en la mesa, por tener ropa que ponernos, por beber agua del grifo. Perdón Señor.


PETICIONES

• Por la Iglesia, para que sepa acoger a todas aquellas personas que se encuentran excluidas o marginadas. ROGUEMOS AL SEÑOR

• Por los gobernantes, para que sepan gobernar pensando en el bien de todas las personas, especialmente de aquellos que están pasando más dificultades. ROGUEMOS AL SEÑOR

• Por todos los que trabajan ayudando a otras personas, para que la luz de Cristo brille en ellos y les dé fuerzas para continuar con esa labor. ROGUEMOS AL SEÑOR

• Por todos nosotros, para que sepamos compartir con los que más lo necesitan nuestro tiempo, nuestra sonrisa, nuestra presencia o nuestras oraciones, para que no se encuentren solos en las dificultades. ROGUEMOS AL SEÑOR.

OFRENDA

CARTEL Y COLECTA DE MANOS UNIDAS: Presentamos la colecta junto con el cartel y las pegatinas de Manos Unidas, como expresión de nuestro compartir con los más necesitados y nuestro empeño por favorecer que los recursos de la tierra lleguen a todos, trabajando codo con codo, para construir un mundo más solidario.

PAN Y VINO: Te presentamos, Señor, este pan y este vino frutos de la tierra para que sean transformados en alimentos de Vida Eterna y nos ayuden a comprometidos en transmitir la alegría del Evangelio
ORACIÓN FINAL

Enséñame a compartir lo que tengo

#ComparteLoQueImporta: 

Cuando compartir es un modo de vida

Señor, tal vez no tenga muchas cosas para dar,
pero he recibido muchos dones
para compartir con los demás.

Enséñame a no ser egoísta,
a pensar primero en los demás
y a compartir con alegría.

Enséñame a compartir
lo que soy y lo que tengo.
Que no me apegue
a mis cosas y me las guarde,
sino que aprenda a ofrecerlas,
para que todos puedan disfrutar con lo que he recibido.

Tengo mucho para dar,
y lo que tengo se puede multiplicar si lo comparto.
Jesús, cambia mi corazón
y que comparta lo que tengo
porque dando se recibe
y compartiendo se descubre
tu presencia en nuestro corazón.

¡Que así sea, Señor!

Marcelo A. Murúa



Las actuaciones que Manos Unidas quiere realizar con respecto a este proyecto son:

1. Compartiendo iniciativas de acceso a los alimentos para el consumo humano y no para el beneficio económico mediante alternativas de producción, alternativas de consumo, propuestas de cambio y acciones de denuncia contra la especulación con los precios de los alimentos:


a) Alternativas de producción
  • Acompañar a las comunidades rurales en la producción diversificada en huertos familiares de aquellos alimentos que, por su naturaleza, son difícilmente objeto de especulación (especialmente hortalizas, raíces y tubérculos).
  • Apoyar la producción familiar de un plan nutricional para incorporar en la alimentación dietas alternativas ricas en productos hortícolas.
  • Facilitar infraestructuras y tecnologías de conservación de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria, especialmente en tiempos de escasez.
b) Alternativas de consumo
  • Alternativas de consumo local.
  • Huertos comunitarios ecológicos urbanos.
  • Grupos de consumo: grupos de personas que, de forma regular y conjunta, compran alimentos directamente al agricultor o productor.
c) Acciones de denuncia contra la especulación con los precios de los alimentos

Ha habido importantes campañas de denuncia, tanto a nivel europeo como nacional, dirigidas a evitar que las entidades financieras oferten productos financieros que incluyan alimentos básicos. El resultado es muy alentador porque muchas entidades bancarias están abandonando progresivamente las inversiones en los mercados financieros vinculados a productos básicos alimentarios.

2. Compartiendo sistemas de producción medioambientalmente sostenibles

Manos Unidas apoya un modelo productivo sostenible que busca integrar la producción agrícola y el cuidado del medio ambiente, y donde el protagonismo recaiga en las familias campesinas. Además, impulsamos la producción de alimentos para el consumo local, la venta de excedentes preferentemente en el mercado local, la educación en la sostenibilidad y la denuncia de las causas estructurales de la producción agrícola insostenible. Queremos hacer visible nuestra participación en las campañas «Si cuidas el planeta, combates la pobreza», dentro de la iniciativa Enlázate por la Justicia, junto a Cáritas, Justicia y Paz, REDES y CONfER, y «Cambiemos por el planeta-Cuidemos a las personas» con la Alianza Internacional de Organizaciones Católicas de Desarrollo (CIDSE).

3. Compartiendo propuestas contra la pérdida y el desperdicio de alimentos

Mostraremos experiencias en torno a la pérdida y desperdicio de alimentos y denunciaremos su impacto tanto en los países empobrecidos como en España. Como dijo el Papa Francisco en la Sede del Programa Mundial de Alimentos, el consumismo de nuestras sociedades «nos ha inducido a acostumbrarnos a lo superfluo y al desperdicio cotidiano de alimento, al cual a veces ya no somos capaces de dar el justo valor, que va más allá de los meros datos económicos. Pero nos hará bien recordar que el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre, del que tiene hambre. Esta realidad nos pide reflexionar sobre el problema de la pérdida y del desperdicio del alimento a fin de identificar vías y modos que, afrontando seriamente tal problemática, sean vehículo de solidaridad y de compartición con los más necesitados».



Desde nuestra Parroquia queremos compartir los proyectos que tratan de concienciar de las necesidades de los demás y de crear un mundo más solidario y más responsable. Seguro que nos olvidamos de grupos y personas que colaboran, pero podéis verlos en la página Web (http://parroquiarosas.org): Caritas, comercio justo, consumo responsable, cesta solidaria, limpieza y mantenimiento, huerto ecológico, conversión ecológica, acogida a refugiados de la guerra, misiones, etc.

miércoles, 24 de enero de 2018

Infancia Misionera 2018


MONICIÓN DE ENTRADA

Este domingo la Iglesia nos propone, a través de la Jornada de Infancia Misionera, que recordemos a los misioneros y su labor evangelizadora, y nos lanza un desafío “Atrévete a ser Misionero”. Lo hacemos de la mano de unos magníficos misioneros –animados, alegres y siempre dispuestos a hablar y actuar–, como son los niños, pero también a través de todos aquellos que quieran sentirse niños.


El niño es misionero porque no tiene miedo y se sabe acompañado siempre por Dios. Y el niño nos anima a los adultos a que no olvidemos que la evangelización es tarea universal del bautizado. 

Comencemos con alegría la celebración de hoy cantando y recibiendo al Sacerdote

Frente a las muchas imágenes que hoy reciben los niños, del poder de los malos (por ejemplo, personajes de ficción, como Darth Vader, de Star Wars, o videojuegos en los que la muerte y la crueldad se presentan como algo natural o necesario para la supervivencia), Jesús en el Evangelio nos transmite la confianza en el AMOR DE DIOS hacia toda la humanidad y nos pone como ejemplo, a los misioneros y la Sonrisa de Dios en otros niños.

Los misioneros, por todo el mundo, se apoyan en la sonrisa de esos niños y esa alegría de la fe que contagian esos niños, y la viven con todos nosotros, ya que saben que no están solos: Jesús les acompaña.

Por eso hoy queremos presentaros unas bienaventuranzas especiales para que todos los comprendamos y sepamos descubrir a Dios en nuestro día a día, además de una lámina para que los niños pinten y descubran qué significa ser Misionero.


PERDÓN

Te pedimos perdón por las veces que “pasamos” de las necesidades de nuestros compañeros, amigos, vecinos, no ayudándoles como nos pide Jesús. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón por querer siempre que otros hagan lo que yo quiero, como yo quiero, sin escuchar, sin intentar comprender y no respetando su libertad. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón, por ser egoístas, ya que muchas veces no compartimos nuestras cosas con los que más lo necesitan, olvidando lo que Tú hiciste y enseñaste. Perdónanos Jesús 

Te pedimos perdón, por no agradecer cada mañana lo que nos ofrece Dios en el nuevo día. Perdónanos Jesús 


ORACIÓN DE LOS FIELES

Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los misioneros; para que encuentren la sonrisa de Dios en cada rincón del mundo y, con nuestra ayuda y oraciones, cada día sigan fortaleciendo en su corazón la valentía de ser misioneros en nuestra sociedad. Roguemos al Señor.

Por todas las personas que tienen poder, tanto en los gobiernos, comunidades, ayuntamientos, como en las empresas; para que en sus decisiones no se olviden nunca de los más débiles y necesitados. Roguemos al Señor. 

Por todos los niños que sufren por enfermedad, pobreza, soledad, para que descubran la alegría de la fe y para que nunca les olvidemos y busquemos formas de ayudarles. Roguemos al Señor. 

Por todos nosotros; para que siempre mantengamos vivo el deseo de llevar a Dios a todo el que nos rodea y, animándonos a vivir como Jesús quiere, podamos hablar de Dios no solo con palabras, sino también con nuestras obras. Roguemos al Señor. 


OFERTORIO

Queremos ofrecer un Rosario misionero elaborado con “gomets”. Con este rosario te ofrecemos nuestro deseo de que la Virgen María siempre esté presente en nuestras oraciones y comparta nuestros deseos de ser misioneros con la sonrisa y confianza de los niños.


Pan y vino. El pan y el vino que presentamos se convertirán en Ti, Jesús, que eres nuestra fuerza y que a la vez nos une a tantas personas en África, América, Asia, Oceanía y Europa que comparten con nosotros la celebración de la Eucaristía.


ORACIÓN FINAL


Jesús. Los niños queremos ser tus mejores amigos,
que te llevemos a todos los lugares donde estamos: 
a nuestra casa, con nuestros hermanos, padres y familiares; 
a nuestro cole, con el resto de compañeros,
a quienes podemos decir lo bueno que eres y todo lo que nos quieres;
a nuestros profesores; 
a todos los vecinos de nuestro barrio.

Cuenta con nosotros, cuenta conmigo para ser tu misionero.
Aunque para los mayores todavía soy muy pequeño;
Yo me fío de ti y me lanzo a hablar de Ti,
contigo se me pasa el miedo,
porque eres Tú quien me da fuerza.


Enséñame a ser generoso;
haz que en casa y en el colegio
ponga amor al hablar de Ti
Dame un gran corazón que rece
por los niños del mundo entero
y que sepa invitar a todos:
a ser misioneros

Amén