lunes, 22 de octubre de 2018

Reflexión DOMUND

Y YO ME PREGUNTO EN EL DÍA DEL DOMUND… 

¿Y si Dios no llamase, si no contase para nada con nosotros, simplemente porque no existe, ni ha existido, ni tiene relevancia alguna? 

¿Y si Jesús no nos dijese “sígueme”, que lo dejásemos todo para encarnar un reino alternativo a la locura del odio, la violencia, del poder, de la injusticia? 

¿Y si ocupar los últimos lugares, perdonar, amar al enemigo, rezar por quienes nos persiguen, pasar por la vida haciendo el bien, lavar los pies de los empobrecidos y olvidados no fuese más que una quimera, una solemne tontería? 

¿Y si el evangelio, las bienaventuranzas, fuesen una estupidez supina, un sueño loco de quienes son incapaces de disfrutar la vida siempre, a todo tren, con todo lujo, sin escatimar ni gastos ni placeres? 

¿Y si fuese verdad quienes dicen que la vida son cuatro días, y total, que es mejor aprovecharlos que dejarnos seducir por cantos de sirena, por muy bien que suenen y por mucho que los entone un tal Jesús de Nazaret? 

¿Y si en la jornada del Domund, no hubiese ni jornada, ni Domund, ni misioneros, ni misioneras, si nos dejasen tranquilos, que siempre están con la misma historia año tras año? 


Llamadme loco, ingenuo, utópico, soñador, estúpido, iluso, memo y demás calificativos al uso, pero yo creo que Dios llama, que Jesús nos dice “sígueme”, que nos pide que ocupemos los últimos lugares, que el evangelio, las bienaventuranzas son lo más –que dirían los jóvenes-, que la vida no es una estupidez, y que aunque fuesen sólo cuatro días, vale la pena vivirla llenándola de Amor, de entrega, de servicio. Que como diría el poeta[i]: aunque lleguemos a ser polvo, lo seremos, sí, mas polvo enamorado. 


¿Y qué decir del Domund? 


Que ojalá no fuese una sola jornada, sino todo el año, toda una vida, al menos la mía, la de mucha buena gente, y que además –ya termino- los misioneros, misioneras, mantuviésemos viva la esperanza, fuésemos fieles, y contagiásemos las ganas, si no de cambiar el mundo, sí de hacerlo algo mejor, más decente, más honrado, más justo, más humano. 

Entre todos, con la fuerza de todos y la ayuda del Dios vivo algo se conseguirá. 


NOTA: Cuando termines de leer estas líneas, si es que las has leído, no tienes que pulsar ningún icono de “Me gusta”, “No me gusta”. Me conformo con que alguna de estas preguntas te haga pensar y reflexiones, algo que el entorno actual nos pone cada vez más difícil. 


Fraterno siempre: Paco Bautista, sma. 
SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org 

[i] Francisco de Quevedo



Termino compartiendo un poema con vosotros, siendo consciente de lo duro que es tener a un compañero secuestrado, pero sin renunciar a la esperanza. 





Algún día, en alguna parte,
todo será de otra manera.
Mientras tanto
bregamos con nuestras heridas,
convivimos los miedos,
los fracasos,
gestionamos nuestros fantasmas
en estos tiempos de crisis…

Pero también
sacamos lo mejor de nosotros
porque creemos,
contra toda evidencia,
en la bondad innata
de lo más sagrado
que cada uno lleva dentro.
Y apostamos por un mundo
sin fronteras ni exclusiones,
donde la verdad
es el punto de salida
para hacer nuevas todas las cosas.

Porque algún día,
en alguna parte,
todo será de otra manera.

Nos ha llegado un mensaje de mi Hermano Pepe desde Níger. El pasado jueves Isidro y él tuvieron que abandonar provisionalmente la misión de Torodí por serias razones de seguridad. Fueron, además, escoltados por militares hasta la capital Niamey donde ahora se encuentran. Pese a la dura prueba mantienen la fe y la esperanza. Os dejo con las palabras de Pepe. 

A veces, el camino se vuelve cuesta que asciende entre piedras. Cada paso es un reto y, al mismo tiempo, una victoria.

La medalla no está en la meta, sino en el sendero, y te das cuenta de que eres caminante. No es tu regalo la llegada, has nacido para estar en marcha.

La misión es navegar, parar lo justo en el puerto, y seguir surcando los mares; afrontar las tempestades y remar durante la calma.

Lo que estamos viviendo estos días es Misión porque forma parte de la travesía. No estamos quietos, seguiremos en camino, porque nuestra meta es cada paso que damos empujados por el Espíritu.

Pepe Ferrer, sma
SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org 


lunes, 15 de octubre de 2018

DOMUND 2018

Monición de entrada 

Hoy es el día del DOMUND, es decir, la Jornada Mundial de las Misiones en la que el Papa nos invita a trabajar por “CAMBIAR EL MUNDO”. 

Todos os preguntaréis que si de verdad podemos nosotros “Cambiar el mundo”, claro que SI y nos lo demuestran y nos lo cuentan los misioneros con sus vivencias. La misión vivida con el Evangelio en la mano transforma el miedo en valentía, la oscuridad en luz, la venganza en unión, y, a quien está postrado en el camino, lo levanta y lo ayuda a caminar con dignidad. Los misioneros lo hacen cada día. 

(Canto de entrada y entrada del sacerdote) 

¿Qué dice Jesús a sus discípulos? ¿Qué nos dice hoy a nosotros? 


Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. El cambio del mundo nace de un corazón cambiado, en el que ha entrado Dios. Desde ese corazón que Ama se vence el egoísmo, se deja de pensar solo en las necesidades propias y se comienza a pensar en las necesidades de los demás. Se sale, de las cuatro paredes del confort, al mundo sin fronteras. 


El cambio empieza cerca, aquí y ahora. No se trata de planes que no se puedan abarcar, sino de acciones que se puedan realizar cada día. La urgencia de la evangelización no nos permite relajarnos ni dejarlo para luego (la edad media de los casi 12.000 misioneros españoles es 74 años). Por ello, cambiemos el mundo unidos a tantos misioneros que cada día nos acompañan y a todos aquellos que nos piden nuestra ayuda y nuestras oraciones, a quienes tenemos muy presentes en esta celebración. 

Perdón 

NIÑOS 

- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este móvil) y nos olvidamos de compartir nuestras cosas. Perdónanos Señor 

- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean: nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros y los misioneros. Perdónanos Señor. 

- Te pedimos Perdón Señor por no compartir con los demás la alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos de jóvenes, en los grupos de mayores y no anunciar como Tú eres. Perdónanos Señor. 

MAYORES 

Muchas veces tenemos miedo de saber lo que pasa a nuestro alrededor, porque nos da miedo comprometernos. Perdón Señor. 

No nos gusta ayudar y no queremos que conozcan nuestras cualidades y valores, para que nos dejen tranquilos. Perdón Señor 

Tenemos miedo de hablar de Jesús, de ser sus testigos, de defender a nuestros hermanos y amigos. Perdón Señor. 

Oración de los fieles 

NIÑOS 

Que cada parroquia de testimonio del Amor de Dios a todos los que tienen sed de su Palabra. Roguemos al señor 

Que dejemos nuestros juegos, nuestra televisión, nuestras comodidades y salgamos a las calles a cambiar el mundo con el Amor de Jesús. Roguemos al Señor. 

Que compartamos con los misioneros y misioneras en todo el mundo su alegría al encontrar a Jesús en los demás. Roguemos al Señor 

Que sepamos compartir nuestras cosas y anunciemos con valentía los valores del Evangelio en el trabajo, en la escuela, en casa, en todos los momentos del día. Roguemos al Señor. 

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal, por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, hoy queremos pedir por Pier Luigi que lleva un mes secuestrado en África. Roguemos al Señor. 

MAYORES 

Para que toda la Iglesia, formada por cada parroquia y cada feligrés, caminemos unidos en la labor de transmitir el Amor del Evangelio a todos. Roguemos al Señor. 

Por los misioneros, para que, a pesar de las dificultades, no desfallezcan en su labor de cambiar el mundo y sigan contagiando el Amor que han recibido de Dios. Roguemos al Señor. 

Por los jóvenes, para que no tengan miedo de buscar, descubrir y anunciar a Jesús, y, como Él, entregarse generosamente al servicio de los hermanos. Roguemos al Señor. 

Por los misioneros que han tenido que regresar por diferentes motivos, para que vivan con paz y sientan que, desde donde están, siguen contribuyendo a que el mundo cambie. Roguemos al Señor. 

Para que quienes participamos en esta eucaristía seamos conscientes de que somos misión y de que cada día podemos construir una sociedad más justa y más humana. Roguemos al Señor 

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, por Pier Luigi que lleva un mes secuestrado en África. Roguemos al Señor. 

Ofrenda 

Ofrecemos el cartel del DOMUND y los dibujos que este año os proponemos compartir con todos vosotros para empezar a cambiar el mundo, en los que lo importante es que lo hagáis con vuestros padres, vuestros hermanos y con vuestros amigos, para compartir el mensaje de Jesús y vivir el DOMUND de una forma diferente. 


También queremos ofrecer el Pan y vino signo del Amor de Dios, que cada Eucaristía comparte un pedacito de su corazón para que nosotros compartamos su Amor con los demás. 

Acción de Gracias 

Gracias, Padre, por los misioneros que cambian el mundo entregando su vida en tantos países, contagiando el amor que han recibido de Dios y sirviendo a los más pequeños y necesitados. 


Gracias por la oportunidad que se nos brinda a cada uno de nosotros de dar testimonio del Evangelio allí donde nos encontramos, en casa, en la escuela, en el trabajo, en el autobús, etc. porque todos tenemos algo que aportar, por pequeño que sea, y los demás lo necesitan y nos necesitan. ¡Gracias Señor! 


ANUNCIO 

Ahora desde el grupo misionero os hacemos una petición, necesitamos ayuda de todos vosotros y que os unáis al grupo para compartir la experiencia de los misioneros. No exige dedicación exclusiva, descubres a personas y vivencias nuevas, compartimos nuestras experiencias y animamos las Eucaristías, intentando cambiar este pequeño mundo de nuestra parroquia.