sábado, 18 de octubre de 2014

DOMUND 2014


 
Monición de entrada

Cada vez que los cristianos nos reunimos para celebrar el sacramento de la Eucaristía, nos convoca el Señor a abrir nuestra comunidad a todos nuestros hermanos y hermanas del mundo entero. Hoy, de una manera especial, puesto que celebramos la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND), con el lema “Renace la alegría”, que nos invita a compartir la alegría del Evangelio.

El Papa Francisco dice: “Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización” (Mensaje DOMUND 2014, 4). Esto significa que a los cristianos se nos llama a ser discípulos de Jesús, como dice San Pablo, a que se nos reconozca por “vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza”. El fruto no puede ser otro que la alegría que da creer en el Evangelio y que “nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres”. Nuestras comunidades cristianas están llamadas, como recuerda el Papa en el Mensaje, a hacer renacer la alegría que viene de Jesucristo y que nos impulsa a evangelizar.

Con este espíritu y ésta alegría celebremos hoy la fiesta de la Eucaristía y del DOMUND

Petición de Perdón

(NIÑOS)

- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este móvil) y nos es difícil compartir nuestras cosas con los que tenemos al lado, para que sean felices con nosotros. Perdónanos Señor
 
- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean: nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros, los misioneros, los niños de los países pobres y todos los que formamos la Iglesia de Jesús. Perdónanos Señor.

- Te pedimos Perdón por dudar de que eres bueno y por no saber reconocerte entre nosotros. Perdónanos Señor.

- Te pedimos Perdón Señor por no transmitir a los demás la alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos de jóvenes, en los grupos de mayores y no presentarte como tú eres. Perdónanos Señor.

(MAYORES)

- Te pedimos perdón Señor porque ponemos nuestros deseos únicamente en aquello que nos gusta y que nos agrada y no somos capaces de sacrificarnos por los demás. Perdónanos Señor.

- Te pedimos perdón por no saber agradecer cada mañana todo lo que tenemos, por no valorarlo y no estar abiertos a las necesidades de los que nos rodean. Perdónanos Señor.

- Te pedimos perdón Señor por la falta de fe y por no saber reconocer la presencia de Jesús entre nosotros. Perdónanos Señor.

- Te pedimos Perdón Señor por no transmitir a los demás,  la alegría de haberte conocido y no presentarte como tú eres. Perdónanos Señor

Oración de los fieles

              Por el Papa Francisco y los sacerdotes para que fomenten una Iglesia alegre y misionera. Escúchanos Padre.

              Por los cristianos y las comunidades cristianas, para que renazca la alegría del encuentro con Jesús y de llevar el Evangelio a los demás. Escúchanos Padre.

              Por los jóvenes de nuestras comunidades, que también escuchen la vocación misionera. Escúchanos Padre.

            Por los misioneros y misioneras, que trabajan en países lejanos, que reciban el apoyo de nuestra oración y nuestra ayuda.  Escúchanos Padre.

             Por nosotros, para que la participación en cada una de nuestras parroquias abra nuestro corazón a la alegría del Evangelio, para ayudar a nuestros hermanos.  Escúchanos Padre.

Ofrendas

Hoy queremos compartir con vosotros un gesto que solemos hacer para que nuestros hijos, nietos y amigos. Un globo desinflado no sirve para nada, necesitamos hacer el esfuerzo de inflarlo, de compartir algo nuestro, para que nosotros y los que nos rodean puedan disfrutar de la alegría de jugar, de compartir hasta de explotarlo.

Igualmente, Ahora ofrecemos el Pan y el Vino como signo de entrega a los demás y de compartir una forma de vivir y celebrar la alegría de la Eucaristía al convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

Oración Final

Oración de San Francisco de Asís
Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
allí donde haya odio, que yo ponga el amor,
allí donde haya ofensa, que yo ponga el perdón;
allí donde haya discordia, que yo ponga la unión;
allí donde haya error, que yo ponga la verdad;
allí donde haya duda, que yo ponga la fe;
allí donde haya desesperación, que yo ponga la esperanza;
allí donde haya tinieblas, que yo ponga la luz;
allí donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
Señor,
haz que yo busque:
consolar y no ser consolado,
comprender y no ser comprendido,
amar y no ser amado.
Porque:
dando es como se recibe,
olvidándose de sí es como uno se encuentra,
perdonando es como se recibe el perdón,
y muriendo es como se resucita a la Vida.