martes, 12 de diciembre de 2017

Jóvenes en Togo (Experiencia)

Jóvenes preparan el viaje a Togo

 

Somos Marta, Ana, Leyre, Mayte, Blanca y y Pilar. Y hace una semana nos embarcamos en una aventura de esas que no te dejan indiferente, que te marcan de por vida: comenzamos nuestra experiencia en Togo. No, todavía no estamos allí, pero empezamos a prepararnos para este gran viaje que afrontamos con tantas ganas e ilusión.

La preparación de cualquier viaje requiere una gran organización…

Los viajeros. Como habréis observado, somos un grupo de siete chicas, procedentes de Madrid y País Vasco. A pesar de que nos conocíamos de otros encuentros (Pascuas, Sesales…) era necesario saber un poco más sobre nuestras compañeras de viaje. Por ello, el fin de semana pasado, convivimos durante dos días junto con los miembros de la casa de comunidad de Peñagrande. Allí compartimos nuestra fe, nuestras motivaciones frente a este viaje, nuestros miedos, nuestra experiencia con Adsis…

La maleta… ¿qué ropa me llevo? ¿me cabrá todo? ¿qué medicamentos y vacunas necesito? Dada la gran diferente de Togo con nuestro país, son muchas las incógnitas que nos surgen y poco a poco vamos resolviendo… Sin embargo, tenemos muy claro que lo más importante no es lo que llevemos allí sino todos los recuerdos, sentimientos y amigos nuevos que traeremos a la vuelta.

El itinerario del viaje ¿qué vamos a hacer allí? En Lome (Togo) un grupo de jóvenes voluntarios llevan a cabo un campamento para niños en verano. Nosotros vamos a compartir esos días con ellos ofreciéndoles apoyo en esta actividad, compartiendo nuestras experiencias con niños aquí y enriqueciéndonos con las formas de divertirse de los otros. Además, pasaremos tiempo con los jóvenes togoloses hablando de nuestras vivencias de fe, nuestro recorrido en Adsis, qué nos ha aportado vivir la fe en comunidad con los otros, etc.

Aprender sobre nuestro próximo destino. Ese fin de semana tuvimos la oportunidad de pasar tiempo con Marcelino, un cura de Togo que vive en España. Nos cocinó comida típica de allí y nos contó infinidad de cosas sobre su cultura, el día a día allí, nos dio consejos… Además, Felipe, un misionero que pasó allí varios años, compartió con nosotros su vivencia en Togo desde otro punto de vista. Gracias a ellos tenemos un mapa más amplio de nuestro país de destino y podemos hacernos una idea de todo lo que nos queda por aprender y vivir allí.

Poco a poco nuestra mente, nuestro cuerpo y el corazón se van preparando para compartir esta experiencia de voluntariado con Togo y su gente. Jesús nos ha llamado a levantarnos, a salir de nuestra zona de confort y seguirle hacia otros lugares del mundo y hemos respondido “Sí”.


Los jóvenes nos cuentan su experiencia en Togo


23 días de viaje a Togo, de aventura en Togo

Es difícil recoger en un papel lo que han supuesto estos 23 intensos días. Hemos conocido un nuevo país, un país totalmente diferente, con una cultura que nada tiene que ver con la nuestra, hemos convivido con jóvenes de nuestra edad que nos han contado de su realidad, hemos hecho un campamento con niños y niñas togoleses que nos han regalado las mejores de las sonrisas y los abrazos y nos han enseñado que se puede ser feliz con mucho menos de lo que pensamos. Como resumen puede no estar mal, sin embargo, se queda corto. 

Por un lado han sido 23 días vividos minuto a minuto, con tantas cosas vistas y vividas que es difícil no dejarse muchas de ellas. Por otro lado, muchas de ellas son cosas imposibles de traducir a palabras, cosas de esas que hay que dejar que saturen todos tus sentidos, te acaricien y a la vez te destrocen un poco por dentro. Pero que lo hagan en primera persona, no desde un montón de fotos ni desde un papel (mejor o peor escrito). 

Un momento clave que de alguna forma recoge lo que ha sido la experiencia fue el viaje al orfanato en la moto de Yves, uno de los jóvenes togoleses. Para empezar, muestra esas ganas de compartir con nosotras su vida tal y como es, llevándonos en esas motos que cogen cada día, y ofreciéndonos esa perspectiva privilegiada que te da el ir de paquete en una moto, que es la de poder ver la realidad de Lomé desde el mismo punto que lo ven sus ojos a diario. Ver todas esas cosas y todos esos detalles que durante todos esos días nos han ido robando los ojos. Por un lado los colores de sus telas, los miles de peinados de las chicas, las sonrisas de sus caras, los ojazos de los niños, lo verde y salvaje de sus paisajes y los incansables bailes que acompañan a sus músicas y cantos. Por otro las calles de tierra y socavones, txabolas de barro, tejavanas o palos, las construcciones a base de ladrillos que nunca se terminan de levantar, niños descalzos en la calle como mucho bajo la supervisión de un hermano o hermana un poco más mayor, esos coches tan lejos de pasar una itv, esas mujeres que cargan sobre su cabeza cestos increíbles, esos niños que barren con una energía y ganas nunca vistas y esos puestos que venden lo que tienen para buscarse la vida. Y no es solo todo lo que se ve en marcha desde la moto, pararte en un cruce y dedicar un rato a mirar las motos que paran alrededor, a mirar a las personas que llevan esas motos también es ver que encima de la cantidad de bultos que cargan en las motos cargan también unas mochilas llenas de vidas muy duras, de dificultades, limitaciones y sueños a veces casi imposibles de alcanzar. Y después de haber mirado todo lo que se ve desde la moto, me puse a mirarme a mí. Y allí estaba yo montada en una moto sin casco, dentro de una circulación que es una autentica locura, en un país a miles de kilómetros de mi zona de confort, agarrada a una persona muy diferente a mí en muchos aspectos, con la que de hecho ni siquiera comparto un idioma. Y a pesar de ello, nada se sentía tan raro como podría parecer mirándolo desde fuera, detrás de todo el manojo de sentimientos contradictorios que despierta una ciudad como Lomé me sentía realmente feliz y a gusto. Era exactamente donde quería estar.

Después de una experiencia así volver a casa no es fácil. No es fácil retomar tu vida sin que muchos cosas y detalles que damos por hechos no te devuelvan de sopetón algún tipo de comparación de esas que duelen. Que duelen y que te hacen sentir tan culpable como afortunada. Ahora más que nunca soy consciente de lo injusto que es el mundo. Supongo que toca mantener Togo calentito en el corazón y sin sacar de la cabeza esa gran frase de que gente pequeña haciendo cosas pequeñas pueden llegar a cambiar el mundo.

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TOGO EN EL ALMA

Comenzaré explicando el por qué de este título. Justo antes de comenzar esta aventura que ya ha marcado y marcará mi vida para siempre, una muy buena amiga me dijo que cuando algo o alguien llegan a formar parte de tu alma es porque la conexión es tan fuerte que va más allá de lo material. Su consejo para que disfrutara del sueño que estaba a punto de cumplir fue: “Disfruta de Togo, respira Togo, come Togo, baila Togo, canta Togo, reza Togo, ama Togo…” Y hoy, recopilando todos los momentos vividos aquí, creo que puedo volver a casa y decirle satisfecha a mi amiga que he seguido sus consejos y los he llevado a cabo.

He disfrutado de Togo, de su gente, del paso del tiempo sin un reloj que lo mida, de ver el esfuerzo de las madres que no paran de trabajar y faltándole las manos cargan todo en su cabeza mientras su pequeñ@ cuelga de su espalda; de observar las diferencias que nunca serían motivo de separación si conoces las miles de semejanzas que nos unen.

He respirado Togo. He captado el aroma a leña que lo envuelve, de las lumbres encendidas para cocinar carne, maíz o pescado…y el olor a mar de Lomé mezclado de vez en cuando con la basura de días sin recoger…

He comido Togo. He saboreado sus salsas de tomate, su cuscús, el arroz y la pasta. También he conocido nuevas texturas y he aumentado mi tolerancia con el picante.

He bailado Togo. He sentido la preciosa música africana y ese ritmo que mueve involuntariamente tu cuerpo. He visto cómo cualquier momento es bueno para danzar; que esos pasos que para nosotros son un mundo, ellos los realizan sin el más mínimo esfuerzo…y he aprendido que si alguna vez aparecen dificultades para hablar, la música siempre será un gran medio de comunicación para el mundo.

He cantado Togo, desde un Hossana de góspel hasta mil juegos de animación cuyo significado aún tengo que descubrir, y me he dado cuenta de que…¿por qué hablar las cosas si se pueden decir cantando?

He rezado Togo. He sentido a Dios en cada abrazo, en el contraste de mil manos entrelazadas, en cada oración que expresaba el mismo sentimiento con lenguas diferentes, en la celebración de la eucaristía como una fiesta donde cantar, bailar y lucir tus mejores galas. Incluso he visto a Dios en medio de un montón de gente reunida por la muerte de alguien que a partir de ese momento iba a ser realmente feliz junto al Padre…porque ¿por qué llorar su ausencia pudiendo celebrar su presencia durante años y su paso a una vida nueva?

También he amado Togo. Su sencillez, su gente, la forma en que te cuidan siempre pendientes de si necesitas algo, sus sonrisas con el poder de crear en ti otra sin importar cuál fuera tu estado de ánimo; su cielo siempre nublado y las lluvias repentinas.

Y es cierto que no todo lo vivido aquí ha sido fácil. La realidad de Lomé está repleta de dificultades, injusticias, pobreza, incoherencias de todo tipo…y miento si digo que mi estancia aquí ha supuesto algún cambio en todo eso, pero sí me ha hecho consciente de su existencia poniendo cara y nombre a personas que lo viven y que ya forman parte de mi.

Sé que suena a tópico pero es cierto que da igual lo que estés dispuesto a dar en África, ella siempre te devolverá más…

De aquí me llevo enseñanzas, formas de llevar una vida sin apenas cosas materiales pero que te hace sentir realmente plena. Me llevo bailes, canciones, alguna palabra en ewé y en cavié, sabores nuevos y texturas diferentes, paseos en moto y experiencia en la negociación. Pero sobre todo me llevo mil nombres conmigo, momentos compartidos con aquellos que ya puedo llamar “mi gente”, sonrisas y algunas confesiones, besos y miradas que cuentan lo que el idioma no permite.

Llegué dispuesta a dar y recibir amor y regreso con todas mis expectativas más que cumplidas. Ahora sólo espero que la parte de Togo que ya forma parte de mí continúe ardiendo y moviéndome por dentro, desde hoy hasta SIEMPRE.

Mil gracias por haberme transformado.
Con Togo en el alma me despido.

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¿Cómo podemos ser tan distintos y a la vez tan iguales? ¿Cómo podemos vivir en sociedades tan opuestas y entendernos sin siquiera hablar el mismo idioma? ¿Cómo puedo sentir tantas cosas ante esta realidad y no derramar ni una lágrima? ¿Cómo puedo sentirme como en casa, incluso a veces mejor, y estar deseando volver? 

Son tantas las preguntas que rondan mi cabeza que necesitaría un mes más para poner orden aquí dentro… Son tantas las cosas que he vivido, sentido… 

Una cultura que casi no logramos entender, unas tradiciones, una comida y unas costumbres tan opuestas a las nuestras… Y sin embargo, los corazones se entienden a la perfección. El idioma de las sonrisas, los abrazos y las miradas hace que los que se quieren entender se entiendan. 

Desde el primer día me he sentido como en casa. Me he sentido como una más. Sin duda, una de las cosas que me llevaría a España es esa sensación de que puedo ser yo misma en todo momento… sin sentir esa mirada de juicio del otro. Como esos niños que quieren a su maestra por encima de todo y la ven guapa hasta ese día en que ha dormido dos horas. Que aquí no importa la ropa que lleves o el número de trenzas que te hagas. Que aquí te quieren por cómo eres y por lo que transmites. 

Y me sigue costando entender que, detrás de esa energía interminable, de esas ganas de bailar y cantar, de reír y jugar a todas horas… haya vidas difíciles de cojones. Que para estudiar tengas que dejar de ir al médico porque no te da el dinero…que cumplir tu sueño sea eso, solo un sueño, porque leyes absurdas y egoístas te impidan viajar a Europa… que para querer a tu pareja te tengas que esconder porque amar es ilegal… 

Desgraciadamente hasta que no lo vivimos así de cerca parece que no somos conscientes de ello, por eso me siento profundamente agradecida por haber vivido esta experiencia y haber abierto un poquito más los ojos y la mente. 

No me quito de la cabeza la frase “para cambiar el mundo, primero hay que cambiar corazones” y sin duda aquí no hemos venido a cambiar el mundo sino nuestro corazón. Un corazón más consciente, con esperanzas, renovado, lleno de amor y espíritu para crear conciencia en nosotros mismos y en los demás, un corazón que no calla ante estas injusticias. 

Pero este corazón renovado también se ha llenado de emociones y sentimientos a los que casi no sé ni poner nombre…. 

Impotencia, rabia, tristeza ante tanta pobreza, tanta miseria… ante una sanidad que no cura, una educación que no enseña nada, unos niños sin infancia digna… 

Pero también alegría e ilusión de llevarme a tantos personas que me han llenado el corazón y me han enseñado tanto de la vida, de su forma de vivir: sin prisas, sin estrés, sin querer tenerlo todo bajo control… y sobre todo, viviendo el momento presente, valorando lo que tenemos y lo que nos regala la vida, agradeciendo cada día vivido, cada momento compartido… 

Ahora queda lo más difícil: continuar este camino que solo acaba de comenzar, asimilar todo lo vivido y sentido y quedarnos con todo aquellos que nos ha tocado el corazón. Pero sobre todo, mantener viva la esperanza de que podemos cambiar el mundo cambiando corazones. 

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Quién quiere sumarse a lo pequeño

Nos fuimos a poner luz y nos volvimos con el corazón iluminado. Fuimos a ver qué cosas no funcionaban a miles de kilómetros y volvimos con una lista de cosas que cambiar aquí, en nuestra casa, dentro de cada una de nosotras. Allí íbamos las seis, Maite, Leire, Marta, Pilar, Ana y Blanca, acompañadas por Carmen y Joan, camino de África, a un país llamado Togo que no sabíamos ni dónde estaba, con miedo de perder nuestras maletas llenas de cosas que no necesitábamos y muchas ganas de hacer no sabíamos muy bien el qué. Llegamos con ganas de conocer, hacer y compartir, todo lo que nos iba a hacer falta estas tres semanas. Poco tardamos en darnos cuenta de que para estar en África hay que mostrar la piel y abrir el corazón y dejarte tocar por todo, que todo el mundo llegue a ti y te haga sentir en tu casa como nunca lo has sentido. Que te acojan, que te abracen, que te canten, sin más razón que las puras ganas de compartir cariño y vida. 

Nos creíamos que en el viaje lo más importante era no olvidarnos de tomarnos las pastillas todas las mañanas, de echarnos antimosquitos todas las tardes o de colocar bien la mosquitera todas las noches, pero resulta que esto en realidad iba de no olvidar decirnos “bonjour, bien dormi?” todas las mañanas, de compartir el pan del desayuno y esquivar el picante en las comidas, de contestar cantando a todo lo que se cante en voz alta, de sacar una silla al que ha llegado el último al círculo, de hacernos trenzas unas a otras mañana, tarde y noche, de cantar con más entusiasmo las canciones en idiomas que no entiendes que todas las demás, de bailarlo todo aunque fuera mal, de pelearte con el francés hasta conseguir explicarte y de mélanger, mélanger, y mélanger, mezclarte mucho con los de allí y escucharles y conocerles y cogerles cariño hasta que te doliera. 

Togo ha venido a decirnos que resulta que la vida va, esencialmente, de crear lazos y de cuidarlos y estirarlos y fortalecerlos. Las relaciones con la gente, nada más quitarles todo lo superfluo en lo que las envolvemos en España, son muy sencillas y enseguida pueden llegar a ser muy especiales. Así, la lengua diferente deja de ser una barrera entre nosotros y se convierte en un puente que cruzamos con música, bailes, sonrisas, miradas, gestos y cariño. Nunca había conocido una acogida como la de aquí, donde te abren las puertas de su casa y de su vida sin miedo de mostrarte cómo son, y te aceptan como eres tú, tan diferente a ellos, con esos abismos tan obvios que existen entre vosotros reducidos a nada en un apretón de manos. Y es difícil crear lazos cuando sabes que los abismos siguen ahí, que estás compartiendo cada día tanto y cogiendo cariño a personas de las que claramente te separan mundos en cuanto a la realidad cultural, económica, de vida y de futuro que tenemos cada uno. Los jóvenes aquí viven sin red de seguridad de trabajo estable o familia que les ayude, con poquísimas oportunidades de estudiar y de cumplir sus sueños, que los tienen, y que son como los tuyos y los míos con la diferencia de que allí probablemente no puedan cumplirse y no haya nada que puedan hacer para evitarlo. Y lo que de verdad me ha tocado muy dentro es que ellos, con las dificultades que cada día les ofrece la vida, decidan dar parte de su tiempo y de su vida a este proyecto de compartir fe y vida y de trabajar por mejorar el futuro de los niños de su ciudad, que sacrifiquen su tiempo por un compromiso en el que creen y del que hemos tenido la suerte de poder ser parte por unos días. 

Yo no sé si el que yo haya estado allí ha podido cambiar algo, pero definitivamente a mí Togo sí me ha cambiado, me ha acogido, me ha regalado, me ha dado la mano, me ha devuelto la esperanza y la confianza en las personas que trabajan juntas por los demás. Estos días vuelvo a casa a regañadientes, porque me quedaría un mes más allí con ellos, con lágrimas porque despedirse después de lo vivido no es fácil, pero con esperanza y muchos sueños para ellos que esperamos cumplir juntos desde aquí. Merci, Togo, et on se verra bientôt… ¡Hasta muy pronto! 

CONTINUARÁ .........


lunes, 6 de noviembre de 2017

Vaso de Leche

Querido amigos,

Perdonar que haya tardado tanto en contestar a vuestro correo, estamos a principios de curso y esta semana ha sido de locura, ultimando los detalles para recibir a los niños el lunes por la mañana.

Pero hoy domingo quiero dedicaros este rato para, primero de todo daros las gracias por vuestro apoyo y ayuda y por el de tanta gente generosa que comparte lo que tienen con aquellos que están más desfavorecidos. 

Gracias también por el cariño y el aliento que nos mandáis a través de los mensajes. Yo siempre digo que la aportación económica es importante porque ciertamente sin ella no podríamos realizar esta labor, pero para mí tiene el mismo o mayor valor vuestro recuerdo y oración que nos sostienen espiritualmente y nos recuerdan que estamos aquí para que el Amor de Dios llegue a todos los rincones de la tierra. Un amor que se concretiza estando más cerca de los que sufren, no tienen y no pueden y de ayudarles a vivir con la dignidad de Hijos de Dios. 

Y ahora como me habéis pedido, paso a contaros en que consiste este proyecto y a que va destinado el dinero del Vaso de Leche


El proyecto se llama “Jardín de Infancia Madre de la Paz”, el cual lleva ya siete años funcionando.

Está destinado a niños entre 3 y 5 años que provienen de familias con muy pocos recursos y en muchas ocasiones muy desestructuradas, muchos de los niños viven con la abuela, la tía, una vecina o alguien que los recogió, porque sus padres se han marchado a Tailandia a trabajar, los cuales en ocasiones mandan algo de dinero para el mantenimiento del niño, en otras ocasiones no solo no mandan dinero sino que no vuelven a aparecer. 

El caso es que muchos de ellos pasan la mayor parte del tiempo en la calle, sin que nadie les preste mucha atención. Aún incluso los que viven con sus padres, las condiciones no son mejores, los trabajos de estos son muy precarios, así como la educación que han recibido.



El Jardín de Infancia Madre de la Paz les proporciona un lugar donde adquirir sus primeros conocimientos antes de ir al colegio, donde aprenden jugando, reciben cariño y atención, y una buena alimentación que les ayuda en su desarrollo intelectual y en el de todas sus capacidades. Pero el proyecto no solo ayuda a estos 80 y a sus familias las cuales también se ven beneficiadas, pues los padres también reciben formación en las reuniones anuales, sino a todo el personal que tenemos contratado, en este momento tres profesoras con situaciones familiares nada fáciles, todas ellas tuvieron que dejar de estudiar a edades muy tempranas para trabajar y ayudar a sus familias.

La profesora más antigua lleva con nosotras 7 años, empezó a trabajar con 16 años, el proyecto le ha ayudado a terminar sus estudios del grado 12 y a adquirir las capacidades para ser profesora del kínder, ha aprendido informática e inglés en este tiempo (trabajando de lunes a viernes desde las siete de la mañana a las 4 de la tarde, en las tardes y los fines de semana iba a estudiar) y os puedo asegurar que no ha desperdiciado el tiempo. Es una profesora excelente y los niños además de respetarla, la adoran.

Las otras dos profesoras al igual que la anterior tuvieron que dejar los estudios para ayudar a sus familias, y las dos gracias a la ayuda que este proyecto les ha proporciona han podido terminar también sus estudios de grado 12, y adquirir capacidades para enseñar. Y también han sabido aprovecharlo muy bien. Y tanto la cocinera como nuestra limpiadora vienen de familias con muy pocos recursos.

Comenzamos la jornada a las 8 de la mañana, recibimos a los niños, primero se canta el himno nacional, luego hacen sus ejercicios y a continuación una pequeña oración para iniciar el día, normalmente rezamos el padre nuestro. Los niños de padres católicos son muy poquitos, este año de los 80 tenemos solo dos, el resto son budistas, pero ellos saben que somos una escuela católica (aunque no enseñamos la religión a los niños), es más aquí aprenden sus costumbres, se les explica sus fiestas religiosas, etc. Los padres no ponen ningún impedimento, lo cierto es que entre cristianos y budistas existe muy buena relación. 
Después viene el momento del desayuno, que tres días a la semana se trata de una sopa de arroz con pollo y algo de verdura y dos días toman leche con pan. Los niños por turnos ayudan a servir y a lavar los platos tanto del desayuno como de la comida. Una vez terminado empiezan sus clases (jemer, matemáticas, inglés, medio ambiente, canciones, cuentos, bailes, manualidades, por su puesto con sus momentos de juego y de descanso). 

A las 12:00 llega el momento de comer, tienen un menú variado en el que comen de todo verduras, pollo, carne de cerdo, pescado y por supuesto arroz que es la base de la alimentación aquí. Y lo mejor de todo da gusto verles comer, algunos repiten hasta tres veces. 

Después tienen una hora de siesta, donde descansan de toda la actividad de la mañana, de 2 a tres 3 de la tarde tienen su última hora de clase y a las 3:00 los padres, abuelas, tías, etc., vienen a recogerlos para volver a casa, felices y contentos. Hay algunos que hasta el sábado y el domingo quieren venir al jardín de infancia. 

También durante el año hay tres momentos importantes que se celebran de manera especial con los niños y con los padres, Navidad, Nuevo Año Khmer y final de curso. Las profesoras preparan con ellos bailes y dramatizaciones y al final todos participamos de una rica comida. Una vez al año salimos con ellos de paseo, normalmente a la piscina, es un día grande para ellos, pues es el único día en el año que pueden disfrutar de este privilegio.

Las familias deben hacer una pequeña aportación porque se hace necesario que ellos valoren la educación de sus hijos. A lo largo del año van pagando cuando pueden. Es bonito ver como poco a poco se van haciendo más conscientes del valor y la necesidad de la educación de sus hijos.

Por último contaros que la aportación que vosotros hacéis y que se llama vaso de leche, va destinada, junto con la ayuda que hemos estado recibiendo desde Singapur, a mantener este proyecto. 

Unas veces la usamos para mantenimiento del edificio y del mobiliario y que resulta bastante costoso, otras veces se utiliza para la formación de las profesoras y en definitiva sirve para hacer felices a todos estos niños, familias, y las personas que trabajan con nosotras. Que siempre decimos, son una verdadera Bendición de Dios, sin ellas nada sería posible. 

Yo solo coordino este proyecto y trato de acompañar y estar presente en sus vidas (tanto de nuestros trabajadores como de los niños y sus familias). Sus sonrisas y el verles felices son para mí la mejor recompensa.

En Facebook, compartimos los momentos importantes del año con algunas fotos, por si quereis seguirla. La pagina es "Mother of peace kindergarten".

Muchísimas gracias por vuestra ayuda, que Dios os Bendiga siempre y en todo. 

Un fuerte abrazo desde Poipet, Camboya. 

Yolanda


Yolanda Cabrera Donoso
Misionera de la Compañía Misionera del SCJ






lunes, 23 de octubre de 2017

DOMUND (Testimonio)

DOMUND 2017

Mi vida misionera, en Benín y en Níger, ha estado marcada por la enfermedad. La alergia, el edema de glotis que dificulta la respiración y pone en peligro la vida, ha hecho que vuelva a España en estados de suma fragilidad en más de una ocasión. Pero nunca he perdido el horizonte del evangelio ni la pasión por la misión, haya estado en donde haya estado. Porque la misión va dentro, en lo más íntimo, se siente, te hace, te modela, se vive, la manifiestas hasta por los poros de tu piel, va en el brillo de tu mirada, en las palabras que dices, en las acciones que emprendes… Eres testigo de Dios, porque la palabra de Jesús te quema y no puedes callarla ni dejar de proclamarla un solo día. ¡Ay de mí si no evangelizare!, que exclamaría Pablo de Tarso.

A mediados de agosto de 2014, marcho a Níger lleno de proyectos e ilusiones. Comienzo a aprender una de las lenguas locales: el yerma. Resido en la casa de la Sociedad de Misiones Africanas, en Niamey, con un compañero italiano, Mauro Armanino. Veo la pastoral que él hace con inmigrantes, comenzamos una nueva parroquia en los extrarradios de la ciudad, visito los hospitales a ambos lados del río con Yves Bernard, que domina a la perfección la lengua yerma después de cuarenta años de presencia en medio de los enfermos. Al estudio de esta lengua le dedico ocho horas por día… No puedo sentirme ni más dichoso ni más feliz. Creo haber encontrado “mi lugar en el mundo”. Entonces, después de seis meses y medio de estancia, me sobrevienen varias crisis graves de edema de glotis y el médico me dice que no me queda otra que volver a España. 

Llego frágil, roto, con los ánimos por el suelo. En el hospital Ramón y Cajal me dicen que soy alérgico al polvo en suspensión y al pelo de animal. Entonces me sentía como Jesús en el huerto de los olivos. Hacía mía su oración: “Señor, que sea tu voluntad, no la mía”. ¡Qué lejos estaba en aquellos momentos de noche oscura, de tristeza, de intuir el mayor regalo que Dios tenía preparado para mí: cuidar, acompañar, servir a mi padre durante tres años hasta el final, hasta el último suspiro, en una enfermedad que lo dejó postrado en una cama y en dónde viví el amor en forma de servicio como nunca lo había imaginado! Sí. Vivir junto a mi padre ha sido de lo mejor que me ha pasado en la vida. 

Y en esos tres años no he dejado de ser misionero. Lo he sido al lado de su cama, por supuesto, pero también celebrando la eucaristía en los pueblos de las Alpujarras, dando testimonio de que el amor no tiene fronteras, y haciendo presente en mis eucaristías a los predilectos de Jesús: los empobrecidos en África, los enfermos, los desnutridos, y dando a conocer la valentía de los cristianos perseguidos y la enorme fe que tienen para salir adelante en condiciones de absoluta precariedad. 

No, no he dejado de ser misionero ni un sólo instante, porque lo soy, y la misión se lleva dentro. No lo digo con jactancia, sino todo lo contrario, con la humildad de quien aprende a vivir aceptando sus límites, de quien emprende ilusionado un año sabático y busca el lugar adecuado en África para seguir su recorrido misionero, de quien le dedica tiempo a profundizar en el estudio de la Biblia, pensando en la formación de las comunidades y sus catequistas, y de quien busca en la oración y el silencio hacer un discernimiento que me lleve a la misión, no como yo quiero que sea sino como Él me pida… Nuestros caminos no son sus caminos. Eso es algo que he aprendido demasiado bien a lo largo de toda mi vida, que ahora llega a los cincuenta.

No me quiero extender más porque en esencia he dicho lo más importante, lo que quería comunicar: que soy y me siento misionero esté en donde esté, con mis fallos, pero también con la osadía de buscar siempre la voluntad de Dios y la misión que me confía en cada momento.

Que el Señor nos mantenga a todos misioneros valientes, activos, contemplativos, lúcidos…, estemos en donde estemos, pues Él es, y nosotros siempre estamos en camino, un camino que nunca termina, que intentamos recorrerlo con el evangelio en el corazón, hasta el último día.


Un abrazo siempre fraterno. Paco Bautista, sma.



Paco Bautista
Misionero SMA

SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org

lunes, 16 de octubre de 2017

DOMUND 2017

Monición de entrada

Hoy es el día del Domund, es decir, la Jornada Mundial de las Misiones que celebra toda la Iglesia. El Mensaje que el Papa Francisco nos dirige con este motivo nos recuerda que la misión es el corazón de la fe cristiana, y el lema de la Jornada nos invita a ser valientes porque la misión nos espera.

La Misión está fundada sobre esta transformación del Evangelio, que trae una alegría contagiosa. El que conoce a Cristo encuentra una vida nueva, que lo libera del egoísmo y es fuente de AMOR; una vida nueva capaz de estrechar lazos con los demás e ir en peregrinación hacia los diversos desiertos y experiencias, con la esperanza cierta de que con Dios podemos hacer frente a todo. Por ello, uno puede ofrecer su vida con valentía e ir lejos, a casa de otros Hermanos, para que gocen de esa misma alegría.

(Canto de entrada y entrada del sacerdote)

Los misioneros han sido muy valientes, los más valientes. Se han fiado de Jesús totalmente y lo han dejado todo para anunciarle a Él y llevar a todos su palabra, su vida, su salvación. Y eso lo hacen imitando siempre a Jesús, que pasó haciendo el bien a todos: sanando a los enfermos, consolando a los tristes, dando de comer a los hambrientos, enseñando a los que no sabían…


Muchos de ellos han mostrado una gran valentía para dejar su tierra, su casa, sus costumbres, y aventurarse en otros lugares, muchas veces inseguros. Han manifestado su valentía en la temeridad de sus viajes, dada la precariedad de los medios con los que se contaba para los desplazamientos. En la constancia y perseverancia a la hora de aprender lenguas nuevas y adaptarse a culturas tan distintas. En el desafío a enfermedades contagiosas y a poderes políticos que les han perseguido y martirizado.

Ellos tienen claro que no están solos: todos los que formamos parte de la Iglesia estamos unidos a ellos. Y ¿cómo estamos unidos?:
  • Con nuestra oración.
  • Damos gracias al Padre por todo lo que hacen.
  • Pedimos al Señor por ellos, porque a veces viven situaciones difíciles: para ayudar a los que están sufriendo, sufren con ellos.
  • Nosotros podemos ser sus portavoces aquí, anunciando todo el bien que ellos hacen, porque a veces ni los mismos cristianos lo sabemos.

Por ello, hoy queremos ofrecer como gesto para comenzar la Eucaristía, una MOCHILA de Togo que nos han traído los jóvenes donde, como nos contaron ayer, traen un pedacito de África en sus corazones.


Perdón

NIÑOS

- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este móvil) y nos es salir a compartir nuestras cosas. Perdónanos Señor

- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean: nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros y los misioneros. Perdónanos Señor.

- Te pedimos Perdón Señor por no compartir con los demás la alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos de jóvenes, en los grupos de mayores y no presentarte como Tú eres. Perdónanos Señor.

- Te pedimos perdón por no reconocer el rostro de Jesús en aquellos que nos necesitan. Perdónanos Señor.

MAYORES

Muchas veces tenemos miedo de saber lo que pasa a nuestro alrededor, porque nos da miedo comprometernos. Perdón Señor.

No nos gusta ayudar y no queremos que conozcan nuestras cualidades y valores, para que nos dejen tranquilos. Perdón Señor

Tenemos miedo de hablar de Jesús, de ser sus testigos, de defender a nuestros hermanos y amigos. Perdón Señor.


Oración de los fieles

NIÑOS

Que la Iglesia de testimonio del amor de Dios a todos los que tienen sed de su Palabra. Roguemos al Señor

Que salgamos a ayudar a las familias, especialmente de aquellas que más lo necesitan. Roguemos al Señor.

Que dejemos nuestros juegos, nuestra televisión, nuestras comodidades y salgamos a las calles a anunciar la Palabra de Jesús. Roguemos al Señor.

Que compartamos con los misioneros y misioneras en todo el mundo su alegría al encontrar a Jesús en los demás. Roguemos al Señor

Que estemos siempre dispuestos a anunciar con valentía los valores del Evangelio en el trabajo, en la escuela, en casa, en todos los momentos del día. Roguemos al Señor.

MAYORES

Por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos, niños, jóvenes, adultos y familias, para que, viviendo el espíritu de la misión, nos involucremos todos para hacer crecer en cada uno un corazón misionero. Roguemos al Padre.

Para que anunciemos con valentía el Evangelio a todo el mundo, en nuestro día a día, ya que quienes lo acogen con Fe y Amor experimentan su fuerza transformadora. Roguemos al Padre.

Para que todos, como Iglesia, continuemos nuestra misión de Buen Samaritano, curando las heridas de la humanidad, y, a imitación del Buen Pastor, busquemos sin descanso a quienes se han perdido. Roguemos al Padre.

Por los misioneros y misioneras, que han dejado valientemente su patria por amor a Cristo, para que sean testigos del Evangelio y promuevan en todas partes la reconciliación, la fraternidad y el saber compartir. Roguemos al Padre.

Por los jóvenes que son esperanza para la misión y que se han dejado fascinar por Jesús, para que, como dice el Papa, “sean «callejeros de la fe», felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la Tierra”. Roguemos al Padre.

Por nosotros, para que, como comunidad cristiana, sintamos el deseo de salir de nuestras propias seguridades, y remar mar adentro para anunciar el Evangelio a todos. Roguemos al Padre.

Por este nuevo año del Plan Diocesano de Pastoral que nuestro obispo inaugura en la Vicaría el próximo jueves: que el Señor siga derramando su Espíritu sobre todos aquellos que, desde la oración y la reflexión, están aportando líneas de futuro para nuestra archidiócesis y nuestras comunidades; que el trabajo realizado se siga sembrando nuestra Iglesia que camina en Madrid para que podamos ser fieles a la voluntad del Señor sobre nosotros. Roguemos al Señor

Ofrenda

Ofrecemos los dibujos que este año os proponemos compartir con todos vosotros en los que lo importante es que lo hagáis con vuestros padres, vuestros hermanos y con vuestros amigos, para compartir el mensaje de Jesús y vivir el DOMUND de una forma diferente.

También queremos ofrecer el Pan y vino signo del Amor de Dios, que cada Eucaristía comparte un pedacito de su corazón para que nosotros compartamos su Amor con los demás.



Oración

Levanto el corazón a ti, Señor:
Ayúdame a lanzarme, hazme valiente.


Muéveme con tu impulso a donde quieras,
Inventa los caminos de mi vida.
Sé que Tú me guiarás, y eso me basta.
Incluso con mis dudas y mis miedos,
Oyendo tu llamada, daré el salto:
No importa nada más, si vas conmigo.

Tu alegría, Señor, será mi fuerza,
Evangelio que es luz para los pobres.

Envíame a anunciar esta Noticia,
Sembrando la ternura y la esperanza
Por las mil periferias de este mundo.
En tu misión confío, porque es tuya.
Renueva esta ilusión de darme a todos,
Amándote en quien sufre, en mis hermanos.

Amén



viernes, 6 de octubre de 2017

Jóvenes en Togo





Hola a todos,

A la vuelta del verano queremos compartir con vosotros la actividad MISIONERA que han realizado algunos jóvenes de la Parroquia en Togo junto a Joan y que quieren contarnos el próximo día

21 de octubre de 2017

a las 18:00 horas

unido a la Jornada del DOMUND que este año tiene un lema acorde con el esfuerzo que han realizado estos chicos:




“Sé valiente, la misión te espera”







Para abrir boca, os traslado lo publicado por un joven en la página web de Adsis Togo (www.adsis-togo.org) que viene en francés pero que hemos tratado de traducir para que todos disfrutemos (perdonar por los errores de traducción).

Después esperamos que nuestros jóvenes nos cuenten su experiencia.


Segunda edición Campamento de verano
«Unissons les frontières 2017»


La promoción de la vida comunitaria, el intercambio de cultura entre jóvenes españoles y jóvenes togoleses; ayudando a los niños a prosperar en vacaciones y sacar el máximo provecho de estas vacaciones. Estos son los objetivos fijados por los promotores del campamento de verano 2017 en Lomé.


Este campamento de verano, como cada año, se convierte en una nueva experiencia para cada animador; que fue mi caso.

La experiencia de una vida comunitaria, el intercambio de cultura entre jóvenes togoleses y jóvenes españoles. Una nueva familia que me recibió y me llenó de alegría todos los días. La sonrisa que encontré en los labios de cada animador a pesar del cansancio y de las tensiones. La motivación, el compromiso y el trabajo de los animadores, que deben ser felicitados. El compartir diferentes canciones, bailes, etc. ... entre nuestros dos países (Togo, España) y sobre todo los temas discutidos en este campo, el tema de "Ecología" y el de "Juventud y religión" fueron bienvenidos.

El encuentro con los niños en los diferentes talleres fue un momento fuerte e inolvidable. Niños que se dieron en cuerpo y alma para aprender. Nos apegamos a estos niños que finalmente se convirtieron en nuestros propios hijos, de quienes la separación fue realmente dolorosa en el último día. Niños que lloraban y por los que algunos animadores lloraban. Fue muy conmovedor.

No podemos ignorar los momentos de oración y encuentro que nos permitieron orar unos por otros. La misa de cierre del campamento el sábado, 19 de agosto a las 12:00, una misa como ninguna otra. Una Misa rica en emoción con lágrimas, parecía que estábamos en una "misa fúnebre"; una Misa presidida por el Padre Joan BALCELLS, durante la cual los miembros de Adsis Jeune Togo recibieron el credo Adsis, un símbolo de compromiso dentro de la comunidad Adsis.

También cabe destacar que la primera reunión de Adsis Jeune Togo, que se celebró en presencia de CARMEN ALBA, MARTA DÁVILA y el padre JOAN BALCELLS, miembros de Adsis España.

Todo salió bien bajo el benevolente control de la Santísima Trinidad.

MATHIEU-VALERY BITCHATOU




martes, 6 de junio de 2017

ÁFRICA

Hola a todos,

Voy a terminar el curso con un monólogo de África, como si fuese una mujer que habla, que escribí hace años.

Muchos conocen una parte, la de la próxima semana, pero no el resto.

Lo he releído, he retocado algunas cosas, y por desgracia no pierde actualidad.

Hoy envío la parte que hace de introducción.

Buena semana. Un abrazo fraterno.

Paco Bautista, SMA


Paco Bautista
Misionero SMA

SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org

ÁFRICA

Entramos en el tramo final del curso escolar. Durante las próximas semanas quiero darle la palabra a África. Una primera parte de su monólogo ha sido publicado en mi primer libro: Grito y Esperanza. Que me disculpen los que ya lo conocen y que, los que nunca lo han leído, lo saboreen. Será el relato de la próxima semana.

Se trata de una prosa poética. Antes de dejarle la palabra explico a modo de introducción el porqué de la imagen de África como mujer. También mando un poema.

¡Cuántas veces he utilizado la imagen de África como mi novia!

En catequesis, charlas e incluso en homilías, he hablado del continente negro como esa mujer a la que amo y a la que le entrego mi vida. 

Suelo decir que está enferma, recostada en una estera con mucha fiebre, y que yo me quedo a su lado para mojarle los labios, o secarle la frente, o tomarla de la mano y susurrarle al oído palabras de aliento. Pero estoy a su lado sobre todo para escucharla, para aprender de ella, que me cuente sus vicisitudes, sus penas y alegrías, sus luces y sus sombras, sus desafíos, sus retos. 

Estoy a su lado no para levantarla. Eso lo hará ella sola, cuando sus fuerzas lo permitan y así lo crea oportuno, ¡qué es mucha la dignidad que atesora! Yo simplemente procuro acompañarla solidariamente, de manera discreta, con la mano tendida y el corazón abierto; porque la amo, sobre todo porque la amo.

Ahora le cedo la palabra, y siguiendo la imagen, os invito a adentraros en su historia, la historia de un continente que me ha seducido y al que intento servir eclesial, humanamente, cada día, todos los días.


ÁFRICA

África es un corazón abierto al gozo
y unas entrañas que anhelan no sufrir tanto.
África es tierra, es vida, es leyenda, es luz…
África es inmensamente espaciosa y acogedora.
África es riqueza de cientos de culturas,
de infinidad de lenguas y de expresiones artísticas.
África es Legado de Ancianos y Tradición de Antepasados.
África es danza, es ritmo, es fiesta… África es Canción.
África es todo eso y mucho más…
África es el Misterio que se pierde
en la noche de todos los tiempos,
con los contornos dibujados… de un hermoso cuerpo de Mujer.

Paco Bautista, sma

lunes, 29 de mayo de 2017

Misa de familias (Torodí. Níger)




Misa de familias (Torodí. Níger)
Alicia Pérez


Es domingo y nos levantamos más tarde. Hacemos chocolate para desayunar y nos vamos a celebrar la Eucaristía a Tanfuanu. Se viene también Yvette, una religiosa de Nuestra Señora del Lago, de la Comunidad de Torodi; aquí tendrán una Celebración de la Palabra.

El día está especialmente polvoriento, el paisaje del camino está yermo y desolado, pero vamos al encuentro de una Comunidad que espera al misionero.

En el desvío saludamos a la familia de Jean y nos dicen que padre ya se ha ido a la iglesia. Un pequeño recorrido por estos caminos, (¿cómo se guiará Isidro?), y apenas cuarenta minutos después de haber salido de casa llegamos a la iglesia.


La iglesia es pequeña y sencilla, como sencillo y pequeño es este rincón de África. Este año la temperatura no es muy alta, pero al ver el tejado de chapa pienso en el calor de abril y en el repiqueteo de la lluvia de junio a agosto.

Al entrar me siento en el último banco y me veo rodeada de mujeres con su bebé a la espalda, alguno apenas tendrá un mes. Van llegando más mujeres, todas llevan una pequeña cruz, saludan con respeto al altar y me dan la mano como signo de bienvenida. Delante están los muchachos que tocan el cajón. El resto, unas veinte mujeres, la mayoría con un bebé en la tripa, otro a la espalda y uno o dos hijos más mayorcitos de la mano. ¡Impresionante!. Comienza la celebración, y comienzan los cantos que acompañan la danza de las chicas más jóvenes.

Isidro celebra en gurmanchema, la lengua local. ¡Qué esfuerzo el de los misioneros!, ¡qué regalo del Espíritu el don de Lenguas!, “y cada uno les oía hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”. Las mujeres participan con piedad y recogimiento, algunos niños juegan por el suelo silenciosamente y cuando un bebé empieza a llorar la madre lo amamanta y se tranquiliza. Los mayorcitos están pendientes de los más pequeños. Me fijo en un bebé que tengo delante, tendrá apenas un par de meses.

Con un poco de retraso llega otra mamá; la niña que lleva a la espalda no deja de mirarme, se sorprende, se interroga y me hipnotiza con unos preciosos ojazos negros que iluminan toda su cara. Su piel es un poco más clara que la del resto, debe de ser de otra etnia.

Por el pasillo gatea un bebé de apenas un año, es feliz, sonríe; al cabo de un rato se sienta en el suelo al lado de una señora cuyas piernas muestran una extrema delgadez. Mira la cámara con curiosidad, pero sin asustarse, y mientras juega con una sandalia ofrece una bonita expresión.

El evangelio de este domingo, empieza recordando la ley antigua: “Habéis oído que se dijo ojo, por ojo, diente por diente”. Yo, en cambio, os digo: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. Así seréis hijos de vuestro Padre que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos”.

La homilía es en francés, con traducción del catequista:

- ¿Quiénes estáis estudiando francés? Y se levantan las cuatro o cinco mujeres que van a la alfabetización.
- ¿Qué habéis entendido?,
- Que hay que amar
- Pero si alguien me roba el móvil yo le robo el móvil ¿eso es justo, no?
- No
- ¿Pero porqué? ¿No es eso lo justo?
- No, porque el Padre hace salir el sol para todos, buenos y malos, y yo soy hijo suyo si hago lo mismo.
- Y si me pegan en la mejilla derecha, ¿es fácil poner la otra?
- No, pero así seremos hijos de nuestro Padre Dios.

De nuevo el canto y la danza acompañan la confesión del Credo. ¡Con cuánta alegría proclaman Creo….! En las preces son varias las mujeres que hacen sus peticiones espontáneamente. ¡Qué pena no entender lo que dicen, pero qué fácil es unirse a la plegaria aún sin entender!

"Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiras…"

A la colecta todo el mundo contribuye y las dos pequeñas calabazas son ofrecidas junto al pan y al vino. El momento de la paz es sincero, junto a una mirada limpia se ofrece una mano comprometida; los ojos de los más pequeños acompañan los gestos de las madres.



El momento de la Comunión vuelve a poner en pie a unas madres que prácticamente siempre llevan un hijo a la espalda. Comulga la mayoría. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.

Al final de la Eucaristía me acerco a una niña que tiene todavía frescas las costras de las escarificaciones, se las han debido de hacer esta semana. Al principio tiene la cabeza baja, le da vergüenza que la vea así, pero a la vez deja escapar una inocente sonrisa infantil. Mientras me pregunto si le habrá dolido, intento que se relaje, sólo cuento con mi expresividad y mi cariño; poco a poco, tímidamente, va levantando la mirada, y al final me ofrece una cómplice sonrisa que me llevo en el alma e intento recoger con la cámara.

Hace ya mucho tiempo que normalmente viajo sin cámara, de hecho no tengo, y apenas suelo hacer alguna con el móvil para compartir por whatsapp. Sin embargo, la primera vez que vine a Níger me traje la de una amiga y fotografiaba a cada paso. Ahora me cuesta más fotografiar a las personas, aunque sea pidiéndolas permiso e incluso en algunos casos viendo cómo les gusta. De este viaje me llevo impactantes imágenes en la retina y un mosaico de miradas en la cámara. Llevar imágenes puede ser un modo de dar a conocer una realidad, pero aquí se me queda muy pobre. Aquí hay que venir, estar, oler, tocar, empaparse y dejarse transformar. Y para quienes no pueden hacerlo, la mejor imagen es la huella que esta gente deja en nuestra vida.

Terminada la celebración, la religiosa que ha venido con nosotros se reúne un rato con las jóvenes y luego juega con los más pequeños que no paran de moverse al compás de la música. Las mujeres me han visto hacer algunas fotos y ahora quieren que las saque a todas, se colocan en fila cada una con su bebé. Uno de los momentos que más disfruto, tanto con pequeños como con mayores, es el momento de enseñar en la cámara las fotos que he hecho. En ese momento alguien tendría que estar al lado para recoger las mejores sonrisas.

El catequista reparte unos caramelos y con esa dulce expresión nos volvemos a Torodi.

Ha sido una misa de familias, porque esta es la familia africana, esta es la realidad africana en esta parte del continente. Mujeres siempre cargadas de hijos que cuando se les ofrece la oportunidad de ir a una curso de alfabetización tienen que ir con ellos. Que para poder realizar cualquier formación, por ejemplo aprender a coser, tienen que esperar a no estar amamantando y entonces buscar algún pequeño que se quede con los que son todavía más pequeños.

Al principio dije que al pasar habíamos saludado a la familia de Jean. En la casa estaba la madre con el pequeño André de apenas tres meses; tiene espina bífida, llora constantemente y en el hospital de Niamey, donde le han hecho varias radiografías, le van dando largas. El otro día llevamos las radiografías a Tanguieta y, aunque no nos dieron muchas esperanzas, nos dijeron que el 19 de marzo viene un especialista; tendrían que hacerle dos operaciones y ver cómo evoluciona al ir creciendo el cráneo. Pero no es sólo eso. Para llegar al hospital tienen que recorrer cuatrocientos kms, atravesando Burkina, para llegar a Benín.


Alicia.
Amiga de la SMA
Madrina de una familia nigeriana

SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
C/ Asura, 34 28043 Madrid
Tel: 91 300 00 41
E-mail: sma@misionesafricanas.org

viernes, 21 de abril de 2017

METROBUSES PARA ASISTIR A CLASE


Hola a todos y todas,

Os comunicamos que la comida solidaria se celebra mañana sábado 22 de abril, desde las 14.30 hasta las 18.30, más o menos.

Datos de la comida:

Hora: 14.30h.
Lugar: Parroquia de Santo Tomás Apóstol, en c/ Portugalete 2 (metro L2, La Almudena o L7, García Noblejas)

Tendremos una comida sencilla, preparada por los inmigrantes de Baroke. Después de la comida tendremos la actuación de un mago, algunos números musicales y una rifa de artículos interesantes, todo ello a beneficio de las personas inmigrantes de Baroke. 

Terminaremos como muy tarde para las 18.30.

Enlace para apuntarse directamente y reservar las entradas (los tickets se abonarán allí mismo): https://goo.gl/forms/TKKUotzIKjOE40MK2


Un abrazo!

Juan Carlos Melgar
Adsis
C/ Maestro Alonso 4 1º
28028 MADRID



  
Metrobuses para asistir a clase


¡Necesitamos comprar METROBUSES para que las personas inmigrantes del proyecto puedan asistir a clase!

¿NOS AYUDAS A COMPRARLOS?

Somos un grupo de unos 30 voluntarios y voluntarias, de diversas edades y procedencias… y un grupo de 80 inmigrantes, procedentes en su inmensa mayoría del África Subsahariana y del Magreb, que necesitan aprender a hablar, leer y escribir en castellano, a los que se han ido sumando personas de otros países en el aprendizaje de inglés e informática.

Nos encontramos los fines de semana, sábados y domingos de 16:30 a 19:30h, en la zona de Ventas (c/ Maestro Alonso 4, 1º) y llevamos a cabo:

Clases de alfabetización y aprendizaje de español.
Clases de inglés, nivel básico.
Clases de informática (procesamiento de textos, acceso a internet, nivel básico).
Asesoramiento jurídico y orientación laboral (centro Peñascales).
Espacios de participación (excursiones, asambleas, visitas culturales…)

Con todas estas actividades se pretende favorecer el entramado relacional y la comunicación en castellano, y fomentar las relaciones y el intercambio cultural entre inmigrantes y españoles.

¡TE NECESITAMOS!

Las personas inmigrantes no cuentan con recursos económicos para el transporte. Por eso necesitamos METROBUSES (billetes del transporte público de Madrid) para posibilitar su asistencia a las clases.


¿DE CUÁNTO HABLAMOS?

Para que un inmigrante pueda acudir a Baroke necesitamos unos 20€ al mes. Considerando una asistencia media de 60 personas cada fin de semana, necesitamos 800 metrobuses al año.

www.fundacionadsis.org

sábado, 15 de abril de 2017

Vigilia Pascual y Domingo de Resurrección



Me han pedido que comparta con vosotros la experiencia de la Pascua de Resurrección vivida en nuestra Misión de Docordó situada en el Departamento del Chocó (Colombia). 



Este Departamento se encuentra en la costa pacífica de Colombia, una zona totalmente de selva y grandes ríos, habitada por comunidades indígenas y afroamericanas, descendiente de los esclavos que trabajaban en las plantaciones de algodón y al escapar de sus amos se refugiaban en la selva.

Las fiestas religiosas cristianas son celebradas principalmente por las comunidades afroamericanas y no tanto por las indígenas. El pueblo afro americano se caracteriza por su alegría de vivir, su sensibilidad para la músnica, los bailes y el canto. La solidaridad ante las dificultades, la enfermedad y la muerte es muy grande. También son muy amantes de sus costumbres y tradiciones que les ayudan a mantener y guardar sus raíces africanas.

La religiosidad de este pueblo es una religiosidad popular mezclada con algunas creencias africanas y que expresan con mucha alegría, música y cantos. 

La liturgia de la Vigilia Pascual, congrega a toda la comunidad cristiana ya que es considerada la fiesta principal aunque ellos viven con más fuerza el Jueves y Viernes Santo por la gran importancia que tiene para ellos el culto a los muertos tanto en la vida como en la religión y que acompañan con los cantos de “ALABAOS “, de origen africano y característicos de su cultura.

A pesar de lo anteriormente explicado la liturgia de la Vigilia Pascual es una explosión de alegría. 

Se utilizan instrumento musicales propios de la región como la tambora y el guasa, de gran percusión, que invitan a la gente al canto que es a varias voces y al baile. 

Se inicia la liturgia prendiendo la fogata situada delante del templo y las jóvenes bailan alrededor del fuego hasta que se enciende el Cirio Pascual, luego inician la procesión de entrada en el templo donde un grupo de niñas preceden a los sacerdotes bailando y arrojando pétalos de flores delante del Cirio Pascual, que simboliza a Cristo resucitado. Cuando empieza el canto del Gloria, el clima en el templo es de una gran alegría, con una música ensordecedora y unos cantos que hacen vibrar y participar a la gente pues les llena el corazón de fervor, mientras por el pasillo central avanza una imagen de Cristo resucitado que es aplaudido con gran entusiasmo y fervor por todos los fieles. Así en este ambiente de alegría desbordada transcurre toda la Eucaristía, al finalizar ésta toda la gente continua la fiesta en sus casas con bailes y música.

Al día siguiente por la mañana tiene lugar la procesión del Resucitado y el encuentro con María su Madre. 

Los hombres llevan a hombros la imagen del Resucitado y las mujeres llevan la de la Virgen. Durante el trayecto bailan a las imágenes y con la música de la tambora invitan al canto y a la unión entre los fieles. Cuando se llega al lugar elegido se encuentran las dos imágenes, Madre e Hijo, y la gente rompe en aplausos y se pone a cantar hasta que las imágenes vuelven al templo

Esta experiencia vivida en Colombia es una muestra de la universalidad de la Iglesia y como la misma fe en Cristo se expresa de diferentes formas según las culturas, aunque esa expresión no pu
eda “chocar“ al ser tan diferente a la nuestra.

Nieves y Manci

Misioneras de la
Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús



Somos una congregación femenina exclusivamente MISIONERA.

La Compañía Misionera nace de la experiencia del amor de Dios: “tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo”.

Respondemos a este amor con la entrega incondicional al Corazón de Cristo y a su Iglesia buscando siempre la mayor gloria de Dios que es el hombre, su obra maestra.

Nuestro fin es el anuncio de la BUENA NOTICIA a todos los pueblos.

Vivimos en fraternidad encarnadas en el medio, buscando con nuestra vida y servicio la liberación integral del hombre. Esta vida en fraternidad y la oración son las fuerzas que impulsan nuestra entrega misionera.

Nuestro estilo de vida es alegre, sencillo, flexible, adaptado al medio en que vivimos con estructuras mínimas que hacen ágil y eficaz el Anuncio del Reino

Opción por los pobres al estilo de Jesús

La opción preferencial por los pobres es una realidad en la vida de Jesús, explicitada en el anuncio de su misión. Esta opción nos sitúa en lugares y con grupos y personas donde por solidaridad y amor evangélico, nos vemos ante la exigencia de trabajar por la promoción humana y defensa de la justicia, siendo así signo y luz de Cristo salvador de todo el hombre.

Con el mismo efecto con que Cristo se unió por su encarnación a unas determinadas condiciones sociales y culturales de los hombres con quienes vivió, nos esforzamos por conocer, respetar y acoger los valores espirituales y culturales de los pueblos que evangelizamos, compartiendo su vida en todo lo posible.

Te invitamos a conocer y a compartir nuestro proyecto de vida y misión. Si estás interesado/a en conocernos ponte en comunicación con nosotras. La dirección de nuestra casa provincial es:

Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús
C/ Estocolmo, 9
Madrid (España)
Teléfono: 91.313.56.40
E-mail: puentemisionerocm@yahoo.es

sábado, 8 de abril de 2017

Domingo de Ramos


Desde la Arquidiócesis Primada de América en Santo Domingo República Dominicana

PARROQUIA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, 
ESTA COMPUESTA POR LAS CAPILLAS


Ntra. Sra. Del Carmen, Ntra. Sra. De Fátima, San Pedro Apóstol, Ntra. Sra. Del Sagrado Corazón, San Ignacio de Loyola, San José, Ntra. Sra. de la Mercedes

Nos dividimos en dos bloques ya que estamos en barrios muy distantes y no hay una Parroquia donde podamos celebrar juntos.

Como celebramos el Domingo de Ramos, estamos convocando un bloque para reunirnos en el patio de la Capilla San Ignacio de Loyola a la 8 de la mañana, donde salimos de nuestros Barrios caminando en peregrinación durante 20 minutos, vamos cantando canciones de alabanza, de perdón.


Ejemplo: Que alegría cuando me dijeron, Libertador de Nazaret, perdona a tu pueblo Señor, En quien creerles, entre otras.

Allí ya reunidos, todos de pie seguimos cantando hasta que llegue el Sacerdote para la bendición de los Ramos, y luego ya todos juntos como pueblo unido con nuestro Ramos bendito vamos en peregrinación hacia la Capilla Ntra. Sra. de Fátima. 

Donde tenemos la Celebración Eucarística entre canciones, moniciones tiene una duración más o menos dos horas.

Hna. Cristina de los Santos Lorenzo
Hermana del Amor de Dios
Santo Domingo: Barrio Palmar de Herrera
República Dominicana

Carisma y espiritualidad

carisma



¿Quiénes somos?

Las que hoy somos en el mundo "Hermanas del Amor de Dios", llevamos una ilusión en los ojos y una tarea entre manos: ser mujeres fieles en el seguimiento de Jesús, vivir felices en la entrega a la evangelización, saborear y celebrar con los demás este Amor que Dios nos regala.

Nos llama el clamor de la evangelización. Nos mueve el Espíritu. ¡El amor de Cristo nos urge!

Somos una Congregación religiosa de vida apostólica, fundada por el sacerdote Jerónimo Mariano Usera y Alarcón.

"Reclutaré almas generosas que quieran servir a Dios de balde".

"No tendrán otra recompensa que consumirse por el santo Amor de Dios".

"Que el Señor llene vuestro corazón del santo Amor de Dios".

"La necesidad de evangelio, cultura y humanización es para nosotras una llamada permanente y acudiremos con respuesta encarnada".

¿Carisma?

"Encarnar el Amor de Dios en la vida, de modo que cada hermana llegue a ser una manifestación permanente del Amor de Dios a los hombres”.

"Nosotros amémonos, porque El nos amó primero" (1Jn.4,19)

Experimentar el amor gratuito de Dios Padre-Madre y ser expresión de este amor entre los hermanos, es la línea de vida de nuestra espiritualidad, la raíz máxima de todas las experiencias que integra, da sentido y plenifica cada una de ellas e imprime en nosotras una cualidad que integra toda nuestra vida personal, comunitaria y de misión. Se expresa en:

Ser contemplativas del Amor de Dios, a la escucha de la Palabra y del hermano.

Vivir proféticamente la acogida y la entrega gratuita del amor: "dar y recibir de balde".

Crear tiempos fuertes para la alabanza, la escucha, la celebración, la fiesta, y ofrecer estos espacios al hombre de hoy en la comunidad eclesial

Optar preferentemente por los más desfavorecidos

Hacer donación de nuestra vida en entrega desinteresada con alegría, acogida, disponibilidad y servicio

"Nosotros hemos conocido el Amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él" (1Jn.4,16).

cuadroEl Carisma Amor de Dios nos urge a evangelizar, comprometiéndonos en la construcción de la cultura del Amor. Impulsadas por este amor, pretendemos:

Descubrir las semillas del Reino que hay en cada cultura , cultivar los signos de vida que hay en ella e impregnarla de los valores del evangelio.

Expresar la cultura del amor con gestos significativos.

Actuar desde la pedagogía del Amor. Educamos con nuestro ser y nuestro hacer, "el principal libro es la maestra".

Sembrar a nuestro alrededor valores de solidaridad, fraternidad, justicia y paz.

La fe en Jesús resucitado y la fuerza del Espíritu convocó a la primera comunidad que vivió una experiencia decisiva de amor gratuito, vínculo de fraternidad nueva. Esta misma experiencia nos convoca a nosotras a:

- Vivir la espiritualidad en comunitaria

- Construir comunidades de vida

- Compartir el Carisma con las personas de nuestro tiempo, creciendo progresivamente en la espiritualidad "Amor de Dios", comprometidos en una tarea común de evangelización y proyectos concretos de solidaridad.