martes, 22 de diciembre de 2015

Navidad Misionera


Navidad Misionera.

Hna. Rosario Morera.
Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús
Misionera en R.D.Congo, África

Después de 47 años celebrando la Navidad en África,  Congo, en un ambiente sumamente religioso y festivo y bajo un calor tropical,  ha llegado el momento de incorporarme en España a una comunidad de tercera edad, a causa de la enfermedad. Mi deseo fue siempre terminar mi vida misionera allí, entre nuestra pobre y sencilla gente bantú. 

Pero Dios nos sorprende siempre y cambia nuestros itinerarios y caminos.

Que distinto el preparar  la Navidad aquí!  Me sorprende enormemente todo el ambiente televisivo que rodea el grande misterio de Navidad; Dios que se hace hombre entre nosotros para traernos el gran regalo de un Dios hecho Amor.   Me da la impresión de un vacío grande, es como una fiesta pagana  careciendo de su sentido profundo espiritual.

En el Congo, en nuestra Parroquia  de St Eloi, y en todas las parroquias, son semanas y días de preparación intensa, es la fiesta de todos, inter-religiosa, intercultural. Ya en el Adviento recorremos  los temas indicados por la diócesis  para juntos  prepararnos  a acoger  la Encarnación del Hijo de Dios, hecho Hombre en aquella tierra, pueblo y color.

La participación de las comunidades de base está llena del compartir de vida y experiencias  y en ellas  se ahonda en el compromiso frente al barrio, haciendo crecer los  lazos del vivir y sentir cristiano en torno a la palabra de Jesús.

Las iglesias a rebosar de adornos, flores y de gente de todas las edades y tribus sin discriminación. Las corales compitiendo con sus bellos cantos y danzas. El gran Belén copiando  una casita  de la selva, en un cuadro de palmeras y plataneras auténticas; las ofrendas abundan en los productos locales, maíz, mandioca, cacahuete aceite de palma, ananás, y un largo etc., ofrecidos individualmente y  también por comunidades de  barrio, una procesión larga, larga, larga,  acompañada de cantos, y danzas al ritmo de los tam-tam;  ofrendas que servirán para la atención de los pobres, del hospital, y de las necesidades de la parroquia.

Responsabilidad de un clero joven africano,  de equipos parroquiales, catequistas, movimientos cristianos,  de  adolescentes acólitos cumpliendo sus tareas, de celadores del orden para que no haya desórdenes;  todos ellos con sus uniformes. No faltará el  grupo electrógeno para el que se ha comprado a tiempo el gasoil  y así poder  iluminar la ceremonia  en plena medianoche, dando esplendor y solemnidad en un día  de tanto sentido para la fe de nuestros pueblos cristianos. La gente acude de todos los rincones y la noche se prolonga sin medir el tiempo  y  así poder besar todos, al recién nacido, arrullado por los villancicos en lingala y kikongo y   la belleza de la liturgia africana.

Àfrica significa infinidad de pueblos y cultures, de lenguas, de situaciones económicas, de gobiernos políticos diferentes, de razas y  de etnias.  África está  plena de guerras tribales, hambre esclavitud y miseria. Pero también rebosa de esperanza, de comunidades que creen y siguen a Jesús…y sobre todo hay vida, mucha vida, es allí donde las misioneras enterramos nuestro pequeño grano de trigo que el Señor se encarga de hacer fructificar en una tierra llena de sufrimiento, de explotación  y de cruz. Tierra preparada, abierta a la acogida en su sencillez y simplicidad.  Y Jesús escogió  allí su morada  y proclaman con alegría  “YEZU  AZALI AWA”  =  “Jesús habita entre nosotros”. “Ha plantado su tienda en nuestra tierra y en nuestro corazón”.


Qué bien ha sabido confirmarlo el Papa Francisco en su reciente viaje al corazón del continente africano. “pueblos llenos de valores de paciencia fortaleza y solidaridad, donde  el hambre  la enfermedad y la adversidad no tienen límite, valores  de los pobres muy necesarios para el momento del mundo actual, valores que no cotizan en la bolsa, valores sin especulación ni precio en el mercado”


Que esta Navidad nos ponga cerca del corazón de los pobres…No busquemos razones, sino fe, y saber escuchar mirar y alegrarnos con el corazón inocente de nuestros queridos pueblos africanos que busca  con esperanza una vida mejor.






viernes, 18 de diciembre de 2015

FELIZ NAVIDAD

Hola a todos,

Queremos estas Navidades compartir con vosotros distintas experiencias de los Misioneros y cómo celebran la Navidad en sus lugares de Misión, por lo que hemos pedido que nos cuenten sus experiencias.

Empezamos con algunos testimonios de las Hermanas de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús.

A lo largo de estos días esperamos continuar compartiendo la Felicidad del nacimiento del niño Jesús y sepamos acoger y compartir su AMOR con los demás.

Feliz Navidad.

GRUPO DE MISIONES
Parroquia Ntra. Sra. de Las Rosas

LA NAVIDAD EN MARRUECOS

Marruecos es un país musulmán, no hay cristianos. La Iglesia de Marruecos es extranjera y con muchas nacionalidades... formada por cooperantes, estudiantes subsaharianos y los misioneros. El estilo de la Iglesia a veces es de influencia francesa, otras de española.

Aquí voy a hablar de mi experiencia como misionera en una pequeña ciudad llamada Taza, que está a dos horas de Fez, ciudad religiosa de Marruecos.

En Taza estamos tres hermanas que formamos la comunidad cristiana de allí. Celebramos la Navidad compartiendo esta fiesta con nuestros hermanos musulmanes. Somos las únicas cristianas de este lugar y junto con el Padre que viene a Celebrarnos somos cuatro. Una semana antes de la Navidad celebramos la fiesta invitando a nuestros hermanos musulmanes, cada día grupos diferentes, para merendar juntos y compartir lo que tenemos con alegría, ellos también vienen con algo para compartir, adornamos la casa, el árbol de Navidad y ellos sacan las fotos y vienen con sus músicas para bailar, cantar y compartir la alegría con toda confianza.

Normalmente un mes antes ya nuestros amigos preguntan si se acerca la Navidad y preguntan en que turno vendrán a celebrarla, invitamos a la gente que colabora con nosotras en el trabajo, también las familias necesitadas.

Hacemos eso, porque ellos, cuando tienen sus fiestas religiosas nos invitan a sus casas como si fuésemos miembros de su familia, con toda confianza, amor y cariño.

Así es nuestra realidad en medio de nuestros hermanos musulmanes, si tenemos pequeños regalitos los damos a los niños.

Pero antes, cuando teníamos un Párroco, la noche buena la celebrábamos con una pequeña comunidad cristiana, los chinos ortodoxos, protestantes, juntos compartíamos la alegría de la
Navidad juntos, también la fiesta. Pero aunque lo celebrábamos con este grupo de cristianos, siempre lo hemos celebrado también con nuestros hermanos musulmanes.

Vivimos otra realidad, muy rica y complementaria.

Hermana Gertrude Ilunga
Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús