DOMUND 2019

Monición de entrada

Toda la Iglesia es misionera por su misma naturaleza. Por eso, en la eucaristía de hoy, como pueblo de Dios, todos nos sentimos hermanos y, al mismo tiempo, responsables de una misión que debe llegar hasta el último rincón del mundo.

Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, conocido como DOMUND, este año enmarcado en este Mes Misionero de octubre de 2019, al que nos ha convocado el Papa Francisco bajo el lema "BAUTIZADOS Y ENVIADOS: LA IGLESIA DE CRISTO EN MISIÓN EN EL MUNDO". Este gran acontecimiento es el inicio de una aventura de fe, oración, reflexión y caridad, que debe culminar en un renovado compromiso con la MISIÓN, esencia, motor y paradigma de toda la vida y misión principal de la Iglesia.

La urgencia de este anuncio nos exige una auténtica "conversión misionera", para cumplir el mandato pascual de Jesús: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio", por lo que comencemos nuestra Misión cogiendo fuerzas en la Eucaristía.

(Canto de entrada y entrada del sacerdote)

Lecturas

La primera lectura nos recuerda que la misión de la Iglesia está siempre amenazada; aun así, "el auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra". Para ello envió Dios a su Hijo; por su cruz, el odio es derrotado por el amor de Jesús que muere por nosotros. El Evangelio insiste en la importancia de la oración y de la búsqueda insistente del AMOR por la verdad y la justicia, haciéndonos discípulo de Jesús y comenzando nuestra misión

Perdón

NIÑOS

- Te pedimos perdón Señor porque siempre estamos diciendo quiero (quiero ver la tele, quiero este juego, quiero este móvil) y nos olvidamos de compartir nuestras cosas. Perdónanos Señor

- Te pedimos perdón por no dar gracias por todo lo que tenemos, por no valorarlo y no pensar en lo que necesitan los que nos rodean: nuestros padres, nuestros amigos, nuestros compañeros y los misioneros. Perdónanos Señor.

- Te pedimos Perdón Señor por no compartir con los demás la alegría de disfrutar en la misa, en la catequesis, en la post-co, en los grupos de jóvenes, en los grupos de mayores y no anunciar como Tú eres. Perdónanos Señor.

MAYORES

Muchas veces tenemos miedo de saber lo que pasa a nuestro alrededor, porque nos da miedo comprometernos. Perdón Señor.

No nos gusta ayudar y no queremos que conozcan nuestras cualidades y valores, para que nos dejen tranquilos. Perdón Señor

Tenemos miedo de hablar de Jesús, de ser sus testigos, de defender a nuestros hermanos y amigos. Perdón Señor.

Oración de los fieles

NIÑOS 

Que dejemos nuestros juegos, nuestra televisión, nuestras comodidades y salgamos a las calles a cambiar el mundo con el Amor de Jesús. Roguemos al Señor.

Que compartamos con los misioneros y misioneras en todo el mundo su alegría al encontrar a Jesús en los demás. Roguemos al Señor

Que sepamos compartir nuestras cosas y anunciemos con valentía los valores del Evangelio en la escuela, en casa, en todos los momentos del día. Roguemos al Señor.

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal, por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, hoy queremos pedir por Pier Luigi que lleva más de un año secuestrado en África. Roguemos al Señor.

MAYORES

Por todos nosotros como Pueblo de Dios, enviados al mundo para ser presencia viva del Señor resucitado, para que experimentemos la necesidad de ser testigo del Evangelio en el trabajo, en el barrio, en casa y en todas nuestras realidades. Roguemos al Señor.

Por los misioneros, que nos demuestran cada día que son modelos de una Iglesia en salida, para que cuenten siempre con el respaldo de nuestra oración y ayuda solidaria. Roguemos al Señor.

Para que la celebración de este Mes Misionero nos lleve a la renovación de las estructuras e impulse en todos nosotros el compromiso de ser "Bautizados y enviados: Iglesia de Cristo en misión en el mundo". Roguemos al Señor.

Hoy queremos pedir especialmente por los misioneros que están pasándolo mal por hambre, por estar perseguidos, por haber perdido todo por los terremotos, huracanes o guerras, o por estar secuestrados, en especial, por Pier Luigi que lleva más de un año secuestrado en África. Roguemos al Señor.

Ofrenda

Ofrecemos el cartel del DOMUND y esta mochila que nos habla del testimonio de nuestros misioneros, que, desde la confianza en Dios, caminan ligeros de equipaje, libres para anunciar la Buena Noticia, el mensaje de AMOR de Jesús y vivir de una forma diferente.

También queremos ofrecer el Pan y Vino signo del Amor de Dios, que cada Eucaristía comparte un pedacito de su corazón para que nosotros compartamos su Amor con los demás.

Reflexión final

El anuncio misionero nace de la conversión del corazón

Todos nosotros como Hijos de Dios queremos,

Un corazón que deja el egoísmo. No podemos buscar la felicidad a costa de otros, ni puedo creer que ser libre es hacer lo que me dé la gana. La conversión del corazón nos invita a mirar a los demás y a salir a su encuentro, como hacen los misioneros.

Un corazón sensible al sufrimiento del hermano. Santa Teresa de Calcuta contaba que, en ocasiones, al curar las heridas infectadas de los enfermos de las calles de Calcuta y al limpiar sus cuerpos, sentía náuseas. Pero, en esos momentos de su vida misionera, recordaba que estaba curando y sanando al mismo Cristo, y eso la reconfortaba.

Un corazón abierto al mundo. El mandato de Jesús a sus discípulos consiste en anunciar la Buena Noticia a todas las personas de todos los pueblos y de todos los tiempos. No hay fronteras para el anuncio del Amor.

Un corazón que busca ser perfecto en el amor. Jesús nos pide que aspiremos a amar como Dios lo hace: sin condiciones, límites ni contrapartidas, gratuitamente, sin esperar nada a cambio.

Un corazón que ora. El cristiano sabe dónde encontrar el alimento, las fuerzas, la conexión con el Padre. Sabe dónde reposar, dónde descargar el peso de cada día, de dónde beber y comer para volver al trabajo cotidiano. Los sacramentos y la oración son oasis en el desierto y bálsamo tras el duro trabajo

Escuchemos desde el Corazón el mandato pascual de Jesús: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio"